Una de las mayores desgracias de las llamadas sociedades modernas es la subversion y tergiversación del significado de conceptos básicos. Un ejemplo es la palabra amor, entendida por algunos como puro acto sexual animal y por otros como donación de uno mismo, sin ningún componente sexual.
Gracias a los relativistas, que han destrozado todo tipo de concepto fundamental, hay una confusión predominante y premeditada. Es una verguenza que señoras como esta, que además creo que ha estado esta tarde en el programa de Luis Herrero, se atrevan a mencionar palabras como mercado, liberalismo, estado, regulación o libertad en un sentido exactamente contrario a lo que son en sí mismas.
Creo Sr. Braun que da usted en el clavo en su artículo, porque es lamentable la desinformación que extienden estos relativistas cuya escuela común es la logia de turno. Tienen aprendido el discurso de maravilla y hay que desenmascararlos, porque con sus sofismas engañan a todo incauto. Parece que aplican siempre el "calumnia que algo queda", y ciertamente es una lucha intestina defender la verdad, la libertad y la vida, aunque temo que no todos entiendan lo que yo o usted entendemos por estas palabras.
ole Sr. Braun
Claro Braun, rige una profunda intervención pública. Ahora convéncenos de que están bajo el regímen de Hugo Chávez ...
Yo le preguntaría a don Carlos qué opina de la clasificación de 'liberales' socialistas que se ha hecho habitualmente de personajes como Miguel Sebastián, el ministro de Industria que subvencionaba bombillas, proponía la eliminación de la corbata y acabó limitando la velocidad máxima a 110km/h como brillantes ideas de ahorro energético, o el defenestrado prontamente Jordi Sevilla, quien ostentara por breve lapso de tiempo la cartera de AAPP, hasta que se le ocurrió recordar al presidente Smiley a la cara lo poquísimo que sabe de economía.
En cuanto al artículo de Irene Lozano, sigue la línea oficialista que asegura que los problemas económicos vienen precisamente de un exceso de liberalismo económico, cosa que referida a España no puede sino causar enormes carcajadas cuando no entrar en el llanto más inconsolable al comprobar que esta gente sigue sin comprender absolutamente nada.
Creo que se equivoca el sr. Braun cuando dice: "En ningún caso se ha visto a los ciudadanos en sus transacciones, sus ahorros, sus inversiones, sus negocios, en ningún caso, repito, se ha visto que exijan pagar más impuestos, que es lo que han terminado pagando. Lo que exigen es lo contrario."
Desde luego, no se les ha visto pedirlo explícitamente, pero sí se les ha visto pedirlo, exigirlo, clamarlo, desgañitarse pidiéndolo... en la forma de subvenciones, gratuidad y omnipresencia de servicios públicos, subsidios "sociales", y tantos otros lujos del "estado del bienestar", que más bien habría que llamar "estado niñera".
Cada vez que hay un problema, los ciudadanos (lo que incluye "sus transacciones, sus ahorros, sus inversiones, sus negocios") han pedido nuevas regulaciones, cuya aplicación hay que pagar (personal, medios, espacio, supervisión, burocracia...)
¿Que los ciudadanos no han pedido más impuestos? Tampoco se les oye reclamar enérgicamente que quieran entregar miles de euros a otras personas y, en cambio, sí se les oye decir que quieren coche, tele, vivienda en propiedad, vacaciones...
Y es que la máxima de Hazlitt aplica a más ámbitos que el mero cálculo económico.
Un saludo.
Tampoco hay que entrar en su manipulación del lenguaje. Los mercados o la banca no es algo externo que tiene iniciativa propia y que es opuesta a las personas, sino que son los ciudadanos quienes forman el mercado y la banca. El mercado se mueve según lo hace el conjunto de la ciudadanía, y no independientemente de ésta.
Esta señora, Irene Lozano, la Lozana no andaluza, se limita a repetir las consignas del PSOE más cínico. El problema es que la izquierda gobierna emitiendo deuda pública (entrampando a todo "quiste") para financiar sus astutas y descabelladas politicas de gasto social, que consiste en llenarle el calcetín a un señor Almodovar que no sabe hacer calceta con su mucho dinero. Claro, dirá Almodóvar, para qué diablos voy a arriesgar mi pasta gansa si ya me hago mis deposiciones filmicas con la anónima pastura del contribuyente. O sea el PSOE se gasta la pasta de los hijos para financiar los caprichitos de los padres, que son los que votan, y además son mayoría. A esto lo llaman politicas de izquierdas. Temistocles llamaba a esto apostar por la ruina, creo. Nada nuevo bajo el sol: el socialismo crea pobreza y hasta miseria, proletariza la clase media o la envia directamente a Cáritas o al paro, pero eso si sus divos y dirigentes viven de lo más regio, como diria don Vargas Llosa.