No siempre la línea recta es el camino más corto para llegar de un sitio a otro, y en economía la línea recta sería que para que la riqueza llegue a todos, lo que hay que hacer es, SENCILLAMENTE, cogerla de quien la tiene y repartirla a todos los demás..., pero la realidad nos dice que ese sistema no funciona por muy bien que lo diseñemos, y que haciéndolo así RÁPIDAMENTE acabamos todos pobres... ¿Por qué? Pues porque queremos solucionar el problema antes de conocer sus causas..., si enfocamos todo al reparto de la riqueza que haya en un momento dado, terminaremos repartiendo... ¡¡miseria!!, mientras que si enfocamos el sistema económico para que sea capaz de crear la máxima riqueza posible (porque la riqueza se crea y se destruye en función de las decisiones económicas que tomemos, no es siempre la misma e inmutable), decía que si nuestro objetivo es FOMENTAR LA CREACIÓN DE LA MÁXIMA CANTIDAD DE RIQUEZA POSIBLE, el desarrollo económico será de tal magnitud, que habrá incluso para regalar al que nada merece, porque nada trabaja pudiendo hacerlo..., esa es la lección económica que nos ha dejado el pasado siglo XX, y que todavía algunos no han entendido, nuestro objetivo debe ser la creación de riqueza, no su reparto, que debe ser siempre posterior, y nunca hasta el extremo de penalizar esa producción de riqueza. Son lecciones obvias y evidentes, pero que mucha gente ni entiende, ni quiere entender, por más que la realidad una y otra vez nos lleve a los mismos resultados... ¿Y por qué? Pues porque como dice el comentarista pablocj, mucha gente no está dispuesta a oír argumentos económicos, lo que les mueve no es la razón, sino LA ENVIDIA, y les da lo mismo la realidad económica, lo que quieren es que le quiten A LOS QUE MÁS TIENEN, para repartirlo entre LOS QUE MENOS TIENEN... ¡¡Y NO LOS SACARÉIS DE AHÍ!! Porque repito, LES MUEVE LA ENVIDIA, no los razonamientos económicos, llegando al extremo de preferir que TODOS SEAMOS IGUAL DE POBRES, antes de que consigamos que ellos tengan acceso a una vida digna, PERO HAYA OTROS QUE TENGAN MÁS QUE ELLOS, su vida es estar pendiente de lo que tienen los demás, no de lo que es mejor para ellos. Otro error muy grave en economía es el buenismo (el mayor de los cánceres sociales, que afecta a todo y a todos, destruyendo todo lo que toca), a la hora de definir qué y cómo somos los hombres, con graves errores de concepto que SIEMPRE llevan a las sociedades a tomar decisiones equivocadas, pero ese es otro asunto, relacionado con el anterior, desde luego, porque son los mismos zopencos envidiosos buenistas, los también obsesionados con un repelente y uniformador igualitarismo, que además de ser nefasto en todos los sentidos para las sociedades, es que miren ustedes, y para empezar y por no extenderme más..., es que resulta sobre todo ¡¡¡ABURRIDO!!! Todo era gris en las sociedades comunistas, desaparece la creatividad..., con los sociatas desaparece la vida, todo languidece, sólo saben administrar una perpetua decadencia...
Se suele decir que aquí en España lo que dicen o escriben personas como Rallo en economía o Pio Moa en historia. por poner sólo dos ejemplos, es predicar en el desierto.
Yo no estoy de acuerdo que sea predicar en el desierto, más bien creo que estamos donde estamos porque no se combate suficientemente las ideas retrogradas de la progresía a nivel mundial y muy especialmente en Europa ¿Qué decir de España?
En general, las ideas progresistas, son indefendibles casi todas, por eso hay que combatirlas como hacen los susodichos o como hace Esperanza Aguirre en lo político.
Si eso se mantiene en el tiempo, más y más personas irán abriendo los ojos, no digo que esta generación porque el mal es muy extenso y profundo pero... quizás nuestros nietos.
Tópicos al uso como el de que España es de Izquierdas, lo estamos viendo en Madrid, que son falsos.
¡¡¡Con que aquí nadie previó la crisis, verdad!!! Lean el libro de Juan Ramón Rallo: ”Crónicas de la Gran Recesión” Se acabo la fiesta, es el titular de una de sus columnas, bueno, dirán algunos, nada nuevo bajo el sol, eso lo sabe cualquiera, con una pequeña diferencia: que la columna de Rallo tiene fecha 11 de septiembre del 2007.
Al empezar a leer su articulo, me vino a la mente un recuerdo de los cincuenta. Diria, de la época del pre-turismo
Algunas familias de mi pueblo, alquilaron unas habitaciones a esos pre-turistas. Enviaron a los crios con los abuelo, se apretujaron, lo que fuera.
Otras no lo hicieron, y odiaron a las anteriores. Les acusaron de promiscuos, insinuaban una casa de lenocinio....
ALgunas de las primeras, compraron una segunda vivienda (en aquellos años, barata, el sueldo de dos años) y la hicieron pension camuflada, vamos sin letrero... Años despues, han pasado sesenta, dos generaciones, son los dueños de los "hoteles" locales. Los ricos del pueblo, vamos....Los odiados "ricos".
Tienen dinero para cerrar los hotels -hoy centricos y con buenas ubicaciones- Hacerlos pisos. Vender los pisos. E irse, dejando al pueblo sin hoteles.... trasladando la "empresa" donde no sean odiados.
Porque ese odio, se palpa. se siente. El temor de que un hotel de temporada sea okupado en invierno es real por lo posible.
¿ Que se les debe aconsejar...? ¿?¿ Resistir con la empresa o deslocalizarla. ¿¿?
Fe de erratas:
donde dice "Pero eh, aquí," debería decir "Pero he aquí,".
Enhorabuena por el artículo. Más claro, agua.
Hay personas que se han hecho ricas trabajando mucho y bien. Y sin explotar a nadie. Se merecen todos los respetos.
La anónima fábula de la gallina de los huevos de oro viene como anillo al dedo. De hecho, debió de inventarla algún economista austríaco avant-la-lettre.
KingCreo: la respuesta a su pregunta está en el último párrafo del artículo. Rallo, por lo demás, no dice nada de arrodillarse. Se limita a explicar las cosas como son, gusten o no gusten. Las acciones tienen consecuencias, y muchas veces la relación causal entre unas y otras pasa inadvertida, como la cópula y el parto entre los seres irracionales (por eso los gatos no usan condones).
Hace siglos, los médicos no tenían ni idea de medicina y, para cada dolencia, aplicaban casi sistemáticamente sangrías y otras supersticiones por el estilo. Paradójicamente, los pobres tenían más salud que los ricos, porque no se podían permitir un médico. Sin matasanos en su vida, las enfermedades que no eran mortales o crónicas se curaban solas. Por contra, los médicos se encargaban de que las dolencias de los ricos, a menudo, acabaran siendo mortales o crónicas.
Pues bien, con la economía pasa algo parecido. Aún predominan las supersticiones en el imaginario colectivo y entre los políticos. También hay muchos economistas, demasiados, que tienen por costumbre recomendar "sangrías" para las dolencias. Suelen ser bien recibidos. En cambio, al que hace diagnóstico científico y receta antibióticos para una infección bacteriana, lo miran con malos ojos. Eso es cosa del diablo. El diablo "neoliberal".
Rallo explica la ley de la gravedad en economía; luego, usted verá lo que hace, pero recuerde:
"No por ignorar la ley de la gravedad ésta va a dejar de actuar."
Para hablar contra los ricos, algunos tendrían que 'mirarse' el nick que se ponen: proclamación de ansias de riqueza y poder, y 'raza'.
En el imaginario colectivo, siempre desgreñado por ser colectivo, el capitalismo es el "pelotazo". Nunca entiende el capitalismo como el acierto o fallo en las previsiones de futuro. Como dice el maestro Ayau, como dice Misses, si usted no tiene consumidores, usted no tiene futuro. Lo verdaderamente extraordinario es cómo el progresismo de Estado ha logrado convertir en "pelotazos" negocios que no tienen consumidores llamando a eso capitalismo. ¿La logse, quizá?
KingCreo, precisamente, así nos luce el pelo. Por cierto, por qué los que nos odiáis (a los liberales) acudís siempre a tópicos sin contenido alguno y jamás podéis refutar un argumento con razones? Cuando hablo con personas así, a los 5 minutos acaban insultándome o diciendo "...pues no estoy de acuerdo,...porque no." Aquí tienes un espacio de libertad para exponer tus argumentos. Y si aceptas que se debata, mejor para todos, no?
Juan Ramón, enhorabuena de nuevo. Gran artículo; uno más.
O sea, que si tengo una caña que vale 100, pero que el mercado especula que puede valer 600, y el estado pone un impuesto al capital (expropia), 300, ya no se puede pescar.
Pues vaya.