Silvio Berlusconi ha vuelto a sufrir este domingo una nueva derrota en las urnas. Si hace unos días perdía las alcaldías de Nápoles y Milán ante la izquierda, ahora han sido los referéndums sobre la energía nuclear y la privatización de los servicios públicos de agua los que han golpeado al Cavaliere.
El 95% de los italianos que acudieron a las urnas votaron en contra de mantener las centrales atómicas abiertas en Italia. Y un porcentaje similar votó en contra de su última ley a favor de la privatización parcial de la conducción del agua.
Aunque las cifras son abrumadoras, hay que tener en cuenta que el referéndum sólo era válido si acudían a las urnas más del 50% de los votantes, por lo que es previsible que aquellos que estaban a favor de las tesis de Berlusconi se hayan quedado en casa esperando que no se lograse el quórum mínimo requerido. Es la primera vez en 16 años que un referéndum de este tipo consigue la participación mínima necesaria para garantizar su aprobación.
Sin embargo, no ha sido así y a partir de ahora Italia cerrará sus centrales. Berlusconi ha admitido el voto de la gente y ha declarado: "Tendremos que decir adiós a las nucleares y centrarnos en las renovables". Por cierto, las compañías con intereses en las energías verdes subían este lunes como la espuma en la Bolsa de Milán.
Quorum: En la consulta, en la que Berlusconi abogaba por la abstención para que no hubiera quórum, ha votado el 57,1 % del censo, según el Ministerio del Interior, lo que la hace vinculante. El resultado de los referendos será vinculante, puesto que la participación en las votaciones superó el 50 por ciento más uno exigido por la ley para que éstos sean válidos. A esta cita con las urnas estaban llamados 50.418.689 italianos, incluidos los 3.299.905 residentes en el extranjero, cuyos votos todavía no han sido contabilizados. Hacía 16 años que en Italia un referéndum de carácter abrogativo no salía adelante por falta de quórum.
Energía nuclear: Según la empresa de sondeos EMG, para el canal de televisión La 7, entre un 92,3 y un 96,3 por ciento de los italianos que acudieron a las urnas se expresaron en contra de volver a producir energía nuclear como pretendía el Ejecutivo, después de que la vetara otra consulta popular en 1987, tras la catástrofe de Chernóbil.
Privatización del agua: Los italianos también se pronunciaron, según los sondeos y las proyecciones de voto, en contra de la privatización del agua y de que la subida de un 7 por ciento de las tarifas del servicio hídrico en función del capital invertido por los gestores del suministro.
"Legítimo impedimento": Además de las dos cuestiones anteriores, más relacionadas con la economía, también se votaba sobre si derogar la denominada ley del "legítimo impedimento", que permite a Berlusconi y a sus ministros ausentarse de las vistas judiciales en su contra alegando motivos de agenda institucionales y que ya había sido invalidad parcialmente por el Constitucional el pasado enero. También esta normativa ha sido rechazada por los votantes italianos con un porcentaje que los sondeos sitúan entre el 92 y el 96% de los votos.
Las reacciones: Los cuatro referendos son vistos en Italia como un nuevo test sobre el apoyo a Berlusconi tras el revés electoral sufrido en los últimos comicios municipales, cuando su partido perdió la alcaldía de Milán, ya que se decidía sobre dos leyes fuertemente defendidas por su Ejecutivo, como la vuelta a la energía nuclear y uno de sus escudos judiciales. Los principales partidos de la oposición mostraron su alegría por el resultado y pidieron al primer ministro que reflexione.
La respuesta de Berlusconi: Por su parte, Silvio Berlusconi aceptó el resultado de los cuatro referendos celebrados en Italia, contrario a sus posiciones, y subrayó que "no pueden ser ignorados". "La alta afluencia en los referendos demuestra una voluntad de participación de los ciudadanos en las decisiones sobre nuestro futuro que no pueden ser ignoradas" aseguró en un comunicado de la presidencia del Gobierno.
El jefe del Ejecutivo agregó que la voluntad de los votantes en los temas consultados es "clara" y que el Gobierno y el Parlamento tendrán que "aceptar plenamente" el resultado de las consultas. "Incluso aquellos que consideran que el referéndum no es el instrumento más idóneo para afrontar cuestiones complejas, ven con claridad que la voluntad de los italianos es clara sobre todos los temas sometidos a consulta", agregó el mandatario.