Así lo asegura el presidente de La Caixa y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Isidro Fainé, en una entrevista concedida a la revista "Auditores" que edita el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, donde afirma que el mapa financiero español que resultará de la reforma estará conformado por entidades más "sólidas, estables y eficientes".
"Ésta es la premisa de la reforma, lo que se pretende conseguir y que de hecho se está consiguiendo", señala Fainé, quien destaca además la aportación de la CECA, el Ministerio de Economía y del Banco de España, que han permitido que el proceso se desarrolle con "rapidez y eficacia". En concreto, explica que la Confederación ha trabajado en dos grandes frentes: la negociación permanente con el Gobierno y el Banco de España y la colaboración con las cajas inmersas en proceso de fusión o de constitución de SIP con servicios adaptados a cada caso, informa Europa Press.
A su parecer, la reestructuración del sistema financiero español ha permitido que las cajas se hayan adaptado a las nuevas normativas en un tiempo récord. "Nunca se había hecho realizado una reconversión semejante en ningún otro sector y en ese plazo de tiempo", subraya, tras asegurar además que el proceso se ha realizado con uno de los costes más bajos para el erario público.
A pesar de la reforma, niega que se vaya a perder la cultura de las cajas como bancos próximos y conocedores del cliente tras la bancarización, ya que se trata de "virtudes profundas y perdurables" de estas entidades. "La cultura centenaria de las cajas de ahorros seguirá teniendo un peso importante en las nuevas cajas", señala.
Fainé analiza también la crisis que atraviesa el país y asegura que el caso español es distinto al de Portugal o Irlanda, tal y como dicen los inversores y los expertos. "No son comparables", asevera, tras recordar que las tensiones que ha vivido la deuda española nunca han sido "tan fuertes" como las de estos países y que, además, ahora están remitiendo. En cuanto al crecimiento, el presidente de la CECA dice que España está haciendo lo necesario para salir de una crisis "tan grave" como la que ha sufrido, aunque aún queda camino por recorrer para que se acerque a las economías más fuertes de Europa.
El gran reto: la innovación
Preguntado por el motivo que hace que España no acabe de iniciar la recuperación, señala que la crisis ha afectado a España en mayor medida por el gran peso de la construcción residencial y que una de las conclusiones que hay que sacar es que una economía diversificada y más enfocada a la innovación e internacionalización es menos vulnerable a las fases de crecimiento bajo o recesión.
Así, apuesta por perfeccionar determinados sectores económicos, mejorar ciertas políticas públicas e impulsar cambios en la cultura de la gran mayoría de las empresas. "Nuestro gran reto es la innovación", dice, tras asegurar que se trata de algo que influye en dos de las asignaturas pendientes de España: la productividad y la competitividad. Entre los puntos débiles de la economía española, señala también el déficit de capital humano y apuesta por hacer ajustes en el mercado laboral para mejorar la situación de desempleo. Según Fainé, es algo de lo que se habla muchas veces, pero que en muy pocos casos se aborda con una visión a largo plazo.
Es "prematuro" valorar las reformas
En cuanto a las reformas puestas en marcha por el Gobierno, Fainé ve "prematuro" hacer balance porque son reformas que se han implementado en recesión y que necesitan cierto proceso de maduración. A su parecer, este tipo de reformas son las que procuran más beneficios a medio y largo plazo, por lo que seguro que "van por buen camino". De hecho, cree que la dirección de las reformas es ahora lo más importante porque las medidas concretas son más fáciles de modificar, mientras que las reformas tienen que permitir que la economía corrija sus desequilibrios y permita generar riqueza, empleo y bienestar.