Las grandes multinacionales que actualmente dominan el mercado del tabaco español se debaten (contra todo pronóstico) en una nueva guerra de precios que ha provocado un abaratamiento sistemático de sus principales marcas en las dos últimas semanas.
Tras las primeras subidas de 2011, Philip Morris dio un giro de tuerca a su estrategia de mercado y el 19 de mayo decidió bajar el precio del L&M en 5 céntimos, posicionando esta marca al mismo nivel que las versiones baratas de sus competidoras, como Pall Mall (British American Tobacco) o JPS (ImperialTobacco), y haciéndola más competitiva que Fortuna, Nobel o Lucky Strike.
El desafío de la americana fue recibido como un jarro de agua fría por el resto de tabaqueras, y la reacción de Altadis (ImperialTobacco) no se hizo esperar: tan sólo 10 días después de haber encarecido sus productos, la antigua Tabacalera Española dio marcha atrás a su plan de precios y se enfrentó a Philip Morris abaratando sus marcas más consumidas de cigarrillos rubios, Fortuna y Nobel, hasta los 3,70 euros -desde los 3,85- y Ducados Rubio hasta los 3,50 -desde los 3,70-.
Tras la rebaja de Altadis, le tocó el turno a BAT, que jugó sus fichas de la misma forma: bajando el precio de sus marcas más conocidas, recortando en 20 céntimos el coste de Pall Mall, que pasó de 3,60 a 3,40 euros, y en 15 céntimos el de Lucky Strike, desde 3,85 a 3,70 euros.
Tan sólo cinco días después, Philip Morris volvió a la carga con nuevos recortes. Marlboro, su marca estrella, bajó 25 céntimos, la cajetilla de Chesterfield en 30 céntimos, hasta 3,70 euros, y la de L&M, la marca de la discordia, en 20 céntimos, desde 3,60 a 3,40 euros.
Si todo apuntaba a que la batalla había terminado, Altadis y BAT volvieron a contraatacar y repitieron estrategia con Fortuna, Nobel y Lucky Strike -20 céntimos menos, hasta los 3,50-, y con Ducados Rubio y Pall Mall -10 menos-, pasando a costar 3,40 y 3,30, respectivamente
Japan Tobacco International (JTI), la cuarta compañía líder, había declarado a los medios que no tenía intención de participar en la guerra en la que se habían enzarzado sus tres competidores, pero el pasado jueves decidió sumarse también a la lucha rebajando 25 céntimos las cajetillas de Winston, hata los 3,50 euros, y las de Camel, que ya se pueden comprar por 3,70.
Así, pues, hasta el momento, las principales marcas de tabaco han rebajado una media de 20 céntimos sus precios, y ello en apenas un mes, siendo Chesterfield la que más ha rebajado su coste, que pasa a competir directamente con Camel.
Marlboro, a pesar de ser la marca más cara del mercado, ha disminuido su precio en 25 céntimos (al igual que Winston). Ducados Rubio y L&M lucharán por la cuota de los 3,40, mientras que Pall Mall ostenta la categoría de la más económica entre las grandes marcas.