La Asociación Madrileña de la Empresa Familiar (Amef) celebró el martes una Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de socios en la que estableció algunas de las demandas que como representantes de la economía real plantearán a las autoridades durante el presente ejercicio.
Amef es una entidad empresarial independiente que agrupa a un significado grupo de empresas familiares madrileñas, cuya facturación agregada es equivalente al 15% del PIB de la Comunidad de Madrid. Las principales medidas que reclaman estos empresarios son las siguientes:
1. Importancia del tamaño empresarial:
A fin de asegurar la competitividad de las empresas españolas en un entorno globalizado, las pymes, que tienen un papel muy relevante en la creación de empleo y riqueza no deben conformarse con ser "meros aplicadores de tecnología comprada fuera". Así pues, "nuestros poderes públicos deberían asumir una decidida apuesta por la competitividad, favoreciendo la inversión en I+D+i (estamos en el 1% del PIB frente al 3% de los países más avanzados de nuestro entorno) e inclusive ciertas fusiones de empresas cuando efectivamente creen sinergias. En España, sería muy recomendable una reorganización empresarial atendiendo al tamaño y a la capitalización", según el comunicado de la asociación.
Los datos del INE son muy elocuentes: en España el 94,5% de las empresas son microempresas (0 a 9 trabajadores), pequeñas el 4,6% (de 10 a 49 trabajadores), medianas el 0,7% (de 50 a 199 empleados) y grandes el 0,2% (más de 200 empleados).
2. Reforma laboral para favorecer la creación de empleo:
"No podemos tener una dualidad en los contratos de trabajo, éste debe ser único tratando de desjudicializar el despido; debemos indexar los salarios a la productividad y no a la inflación; debemos reducir los costes laborales y el absentismo; mejorar la información en el mercado de trabajo; no podemos seguir soportando un sistema de negociación colectiva como el vigente; se deben permitir cláusulas de descuelgue del convenio y no depender del acuerdo con los sindicatos".
Según las empresas familiares, "todas estas cuestiones son imprescindibles que se resuelvan de forma clara, para que se deje de penalizar el empleo y no sea un lastre para el crecimiento económico". Como ejemplo del ineficaz sistema laboral español se puede citar, entre otros, que los costes laborales unitarios en España durante los años 2000 a 2009 crecieron a un ritmo del 3% anual frente al 0,7% en Alemania en el mismo periodo.
3. Reforma contable:
Por primera vez, los empresarios solicitan al Gobierno que se permita, si no contabilizar, al menos reseñar en las cuentas como "pasivo empresarial" el coste global de despido del personal laboral en caso de cierre de la empresa.
De este modo, "se pondría en valor la responsabilidad y el riesgo que soportan los empresarios, enumerando un pasivo exigible que ahora está fuera de consideración, en una especie de limbo, pero que es una responsabilidad real", advierte Amef.
4. Reforma fiscal:
Puesto que la recaudación del Impuesto sobre Sociedades está en mínimos, "se debería acometer una reforma fiscal ambiciosa para llevar el tipo en el Impuesto sobre Sociedades cerca del 15%, de manera que se incentive la inversión y se atraiga el establecimiento de empresas en nuestro país".
Esto, según la entidad, debería ir acompañado de una "rebaja en las cotizaciones sociales de 4 o 5 puntos, lo que favorecería las exportaciones, auténtica necesidad de nuestra economía". Y es que, España es uno de los países de la OCDE con contribuciones sociales más elevadas a cargo de las empresas. La compensación recaudatoria debe venir por el lado de los impuestos indirectos, fuente recurrente de ingresos para el Estado.
5. Patronal y sindicatos:
Estos agentes sociales deben "financiarse con las cuotas de sus afiliados" y no mediante subvenciones públicas, concluye la entidad.