Es fácil confundir el liberalismo con el egoísmo, la acumulación de riqueza, lo meramente económico, lo exclusivamente mercantil, o la individualidad absoluta. Para las personas que piensan así el liberal es un ser insolidario, carente de escrúpulos y sin sentimientos.
Según esa idea la madre Teresa de Calcuta no podría ser liberal aún cuando para un liberal como el Prof. Huerta de Soto es un ejemplo perfecto de emprendedora. Su labor fue lo que Ludwig von Mises describiría como una perfecta acción humana.
Las personas que confunden lo liberal con antisocial descartan irracionalmente que la institución creada libre y espontáneamente por el ser humano para la transmisión del conocimiento empresarial, el mercado, sea necesariamente social. Dicha institución coordina los recursos mediante un complejo cataláctico logrando cubrir las necesidades de los individuos de forma libre y coordinada, premiando el reconocimiento de sus conciudadanos. Y lo hace de una forma neutra, sin distinguir entre individuos de diferente cultura, raza o condición.
La intervención estatal condiciona la cataláctica e interrumpe drásticamente la transmisión de la información libre entre los individuos. Los sujetos se ven privados del mapa mental de conocimientos necesarios para expresar su creatividad, para alcanzar sus objetivos, para cubrir sus necesidades y las del resto de individuos de forma efectiva.
La justicia, institución garante de la libertad, imprescindible para un liberal, se le es negada por aquellos que los prejuzgan como tiburones desalmados. La solidaridad, una expresión más de la creatividad y la acción humana en libertad, se les supone nula según la idea pesimista y triste de los socialistas de que los hombres son por naturaleza malos, necesitados de corrección, de guía coactiva estatal. El estado se arroga en exclusiva una característica esencialmente humana, la solidaridad, para justificar el privarlos de recursos puesto que los ciudadanos no serían solidarios, solo los estados cumplirían esa función. Solo los estados suministrarían pensiones, sanidad, prestaciones por desempleo, educación porque el ser humano sería un detestable egoísta. El socialismo, defensor del estado fuerte, oculta el hecho cierto de que, voluntaria y libremente, los ciudadanos hayan creado organizaciones no gubernamentales que proporcionan todo aquello no solo a ciudadanos de otros países sino que complementan la labor claramente ineficiente de su propio estado.
Esas personas, víctimas del pensamiento socialista, en virtud de una especie de racismo económico, llegan a la desoladora conclusión de que una persona piensa de un modo u otro según su patrimonio. Lo que denominan “proletario” sería indiscutiblemente justo y bueno, mientras que el “burgués” sería incapaz de un buen pensamiento o acción.
Gracias a la propaganda socialista fácil de digerir sin necesidad de esfuerzo se personifica todo lo malo en el burgués, empresario, liberal, o en cualquiera que ponga en peligro su concepto simplista e infantil, anulando toda capacidad crítica que, por ser privada e individual, se presume también nociva.
Con estos mimbres de enfrentamiento entre individuos y de desprecio a la expresión ciudadana materializada en las empresas, meros medios de las personas para lograr sus metas y satisfacer necesidades propias y ajenas, la clase política se ha ido tejiendo su palacio a resguardo del malvado liberal.
¿Que porqué es tan difícil transmitir nuestras ideas? Porque eso supone liberarse de la falsa seguridad de papá-estado, recobrar la propiedad de nuestro porvenir (por-hacer), responsabilizarnos totalmente de nuestras acciones.
Gusy:
¿Por qué piensas que me importa un bledo que me tomes (tú) en serio?.
No obstante, estaré encantado de comentar tus ideas… cuando expongas alguna.
Domingo, bienvenido al mundo real. Y no se preocupe, esto es así y lo seguirá siendo. La justicia intrínseca del reparto "según los propios méritos" no colma las expectativas canónicas de los criterios de justicia al uso, que en lo fundamental se basan en una concepción menesterosa y claudicante del ser humano, siempre necesitado de un redentor divino o en su defecto de su versión ideológica para ateos.
Nadie acepta de grado que no tiene merecimientos para ganar lo que Messi pongo por caso, por más que sepa que no sabe dar una patada a una piedra. Así, en vez de potenciar aquello que le hace distinto y luchar por abrirse camino con ello, el personal prefiere entretener el tiempo mientras aprueba las oposiciones en todo tipo de consideraciones abstrusas sobre la justicia de que los Messi de turno ganen lo que ganan y la conveniencia y necesidad social y moral de limitar ese dispendio con tal de mitigar el "escándalo" de semejante abuso. Repare que pongo el ejemplo del futbolista de éxito a posta porque es el único caso que conozco en que al menos hay consenso en que no ha robado lo que gana y por tanto el origen de su fortuna no se ve empañado. (Le recuerdo que según los dogmas buenistas, el empresario, por definición roba, más en concreto roba a los obreros, aunque nadie explique cómo se dejan robar los muy lerdos ni investigue cuánto es el monto de lo robado a fin de exigir su justa restitución) en fin...
Con todo, los más peligrosos de la fauna estatista y antiliberal son los que van de puros e incontaminados propugnando una difusa fraternidad universal de la que emanará un sistema tan perfecto que superará al liberalismo egoísta y al socialismo colectivista. Ahí es nada. Sistema que financiarán supongo, las contribuciones voluntarias de los fieles del purgatorio, pues tan elevados propósitos les facilitan el mejor modo de contribuir a su purificación.
En fin es la batalla diaria. No se sienta solo Domingo, le apoyamos muchos y somos conscientes de lo que está en juego. Pero no nos hacemos ilusiones porque afortunadamente hace años que dejamos de ser ilusos.
@ Deoses:
Típico del intervencionista liberticida el intentar escabullirse entre la selva de "corrientes ideológicas" que definen la empanada mental en la que viven culpando al contrario de sufrir prejuicios.
Hablas de mi "razón" cuando de tres mensajes tuyos no se extrae ni una idea que merezca ese nombre. Culpas a otros de mantener prejuicios cuando tu intentas presentar una imagen de Rearden como la de un ignorante o la mía como la de un intransigente. Muy ecuánime y razonable. Digno de alguien que pretende dar lecciones.
No tienes ni media torta dialéctica y buscas bronca gratuita por tu cara bonita.
Última oportunidad para que te tome en serio: ¿Qué tienen de malo los liberales?
Rearden:
Necesitas que te expliquen que es el bien común. Tal vez se deba a que desconoces lo que es el bien, tal vez ignoras lo que es lo común, tal vez sumas ambas ignorancias.
En cualquier caso, esta es la típica pregunta de un auténtico liberal.
Gussy:
Cuando dices; “os despeñáis”, “solo os queda uniros a Izquierda Unida”, “vuestra intervención” y otras varias expresiones conjugadas en plural, ¿a qué sujeto te estás refiriendo?.
Me da la impresión (por tu manera arbitraria de atribuirme compañías) que eres uno de esos que, más que juzgar, prejuzgas. Algo típico del “forofo”, pero ajeno a la razón.
Deodato, no sabía que los últimos Estados totalitarios (URSS ,Cuba, Corea del Norte, Alemania nazi, Italia Musoliniana, la España republicana, la España franquista, etc) eran liberales. El problema del socialismo es que pone la igualdad por delante de la libertad. Y que hay una serie de "pastores" que pastorean a un pueblo idiotizado. ¿Tú serás "pastor" no creo que te incluyas entre los que obedecen.
Si creo que hay muchas cosas injustas:
_http://etrusk.blogspot.com/2009/03/renta-basica-y-el-salario-minimo.html
Deoses
Si eres capaz de explicarme que es el "bien comun" , te estaria muy agradecido.
Deoses, te estamos dando mucha cancha, amigo, te diviertes?. Si eres jóven, es más comprensible que pienses así, pero si tienes más de 40... te animo a que leas algo más que literatura de izquierdas, por ejemplo a Locke, Hume, Jovellanos, Burke...) La idea de "bien común" es como la idea de "bondad". Manosear estos conceptos tan elementales me recuerda a los discursos de ZP, y a lo que oíamos en la Universidad hace 35 años, cuando yo tenía 19. ¿Quién nos daba el "bien común"? pues un señor muy sabio, de izquierdas, y nosotros nos poníamos muy abajo y le mirábamos arrobados. Pero cuando se crece en años y experiencia, se ve que el "bien común" lo genera mucho más económicamente y con más justicia el Mercado, esa bicha que vosotros odiáis porque, en general, no habéis vendido nada nunca, ni habéis iniciado un negocio, ni habéis generado un puesto de trabajo. Piénsalo ¿quién organiza equitativamente el Mercado? ¿bajo qué premisas? ¿con qué independencia?. El Mercado no sólo asigna mejor los recursos, sino que es mucho más equitativo que ningún Comité de "sabios". Si el Estado se centra en luchar para evitar los monopolios, el Mercado reparte el Poder más y mejor que ninguna otra obra del ser humano. Dividir el Poder no es exactamente igual que repartir el Dinero, es mucho más, porque quien conquista una parcela de Poder, legítimamente, es un ciudadano LIBRE que no será fácilmente engañable con palabras huecas y algodonosas del estilo de "bien común" "solidaridad" "colectivo" "progresista" etc.
Amigo Deoses, no creo en lo perfecto, sino en lo que mejora.
Goya lo pintó muy bien en uno de sus grabados más crueles: EL SUEÑO DE LA RAZON PRODUCE MONSTRUOS