Los Estados Unidos reconocerán a partir de ahora a los videojuegos como expresión artística. Esta nueva consideración se hará efectiva en 2012 y a efectos prácticos permitirá a los desarrolladores estadounidenses solicitar ayudas como proyectos artísticos.
De esta manera, el Ejecutivo de Barack Obama se une a una corriente que pide, desde hace tiempo, que se considere a este tipo de juegos como una forma artística, al mismo nivel que las películas o las series de televisión. En opinión de la industria, la calidad de sus imágenes, sus argumentos o su música no tienen nada que envidiar a los de numerosos filmes. Además, subir este escalón permitiría a los creadores acceder a ayudas que hasta ahora estaban reservadas a pintores, directores o cantantes.
La agencia independiente del Gobierno de los Estados Unidos National Endowment For The Arts (NEA) ha creado una nueva categoría dedicada a medios interactivos, en la que se considera a los videojuegos como forma de arte. A partir de ahora, los videojuegos entrarán a formar parte de la definición de arte y se pondrán a disposición de los creadores de videojuegos las subvenciones suministradas por la National Endowment for the Arts, informa Europa Press.
De hecho, la nueva categoría de medios interactivos considera como potenciales obras de arte también a programas de televisión, radio, representaciones teatrales, series, webisodios, instalaciones, cortometrajes y videojuegos.
Los artistas en Estados Unidos pueden aspirar a subvenciones de la National Endowment For The Arts de hasta 143.000 euros. A partir de 2012, cuando entra en vigor esta categoría, cualquier desarrollador de videojuegos, y también videoartista, podrá pedir una subvención, informa Europa Press.
La NEA ya otorgaba subvenciones en otras categorías a obras de arte creadas para la televisión o la radio. La diferencia es que ahora podrán acogerse a esta categoría aquellas producciones creadas para ser integradas en representaciones teatrales o también "narraciones dramáticas sobre arte".
Por supuesto, la última palabra la tendrá la National Endowment for the Arts, a cargo de las subvenciones. Fue creada en 1965 como agencia independiente del gobierno estadounidense.