El italiano Mario Draghi fue propuesto este lunes por el eurogrupo como el sucesor de Jean Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE). En su camino hacia Fráncfort, donde sustituirá a Trichet en octubre después de que sea refrendado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la cumbre de junio, Draghi ha tenido que luchar contra varios enemigos, el primero de ellos su pasaporte italiano. Ahora, una vez conseguidos los apoyos de París y de la reticente Berlín, podría convertirse en el ortodoxo que guíe la política monetaria europea en uno de sus períodos más difíciles.
"Puede contribuir a mantener la estabilidad de precios y ayudar a reforzar aun más la idea de una Europa como fuerza unificadora que, en períodos recientes y también por la crisis, está en riesgo", explicó a Efe el profesor de Economía Monetaria en la Universidad LUISS de Roma, Giorgio di Giorgio.
Más de cinco años al frente del Banco de Italia en uno de los períodos más complicados para esta institución le han granjeado en su país la fama de "candidato de alto nivel, con un gran sentido de pertenencia institucional". Cuando fue nombrado gobernador a finales de 2005, tenía por delante la compleja tarea de devolver al Banco de Italia la credibilidad perdida, que comenzó a desmoronarse con las quiebras de las empresas alimentarias Parmalat y Cirio, y cayó en picado tras la discutida actuación del entonces gobernador Antonio Fazio en las Opas lanzadas contra BNL y Antonveneta.
Según los expertos, Draghi cumplió con el objetivo. "Desde el punto de vista institucional ha sido muy eficaz, ha devuelto una gran credibilidad a este órgano", expresó di Giorgio, informa Efe.
Biografía
Nacido en Roma en 1947, Draghi es catedrático en Economía, ha ocupado un puesto en el consejo de administración del Banco Mundial y estuvo diez años al frente de la dirección general del Tesoro en Italia. En su país es conocido como el artífice de las grandes privatizaciones y por ser el autor de la ley sobre las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA), que lleva su nombre.
Tras licenciarse con la máxima nota en Economía por la Universidad de Roma La Sapienza, con la tesis Integración económica y variaciones de las tasas de cambio, obtuvo en 1976 el doctorado en Economía por el Instituto Tecnológico de Massachussets con la tesis Essays on Economic Theory and Applications.
También se dedicó a la docencia. Entre 1975 y 1978 fue profesor de Política Económica y financiera en la Universidad de Trento; de Macroeconomía en la Universidad de Padua, y de Economía matemática en la Universidad de Venecia. De 1984 a 1990 fue director ejecutivo del Banco Mundial y durante el bienio 1989-1990 participó en un grupo de trabajo designado por Guido Carli, entonces ministro italiano de Economía, para elaborar un texto único de disposiciones en materia de intermediación financiera bancaria y no bancaria.
En 1990 fue nombrado asesor del Banco de Italia y, un año después, director general del Tesoro, cargo que ocupó hasta 2001. También fue miembro del Comité Ejecutivo del grupo financiero Goldman Sachs entre 2004 y 2005. Este episodio es el más polémico de su biografía, puesto que durante estos dos años el banco de inversión ayudó a Grecia a ocultar parte de su deuda a través de complejos instrumentos financieros, que sirvieron para reducir de forma aparente sus números rojos. De esta manera, Atenas pudo seguir endeudándose, incluso aunque ya había superado los límites de endeudamiento. Draghi siempre ha alegado su desconocimiento de los hechos.
El aval de Sarkozy
Procedente de un país como Italia, ni los niveles de inflación ni la economía del país transalpino jugaban a su favor. El primero en darle el aval fue Sarkozy: "No lo hacemos porque es italiano sino porque es una persona de gran calidad". Y poco después llegó el visto bueno de Berlín a pesar de las reticencias iniciales.
Ahora tendrá por delante la tarea de dirigir el BCE en uno de los períodos más complicados para la política monetaria de la eurozona. "No espero grandes variaciones con el paso de la gestión de Trichet a la de Draghi", dijo di Giorgio.
Casado y padre de dos hijos, Draghi es un hombre discreto, considerado de perfil más anglosajón que italiano, poco dado a aparecer en los medios de comunicación, en una época en la que Italia y, sobre todo su clase política, se han visto azotadas por escándalos de todo tipo.