En un primer vistazo a los económicos fuera de nuestras fronteras encontramos reacciones y relatos del terremoto sufrido por Lorca, pero poco más en clave económica. Tan sólo la resaca del informe que vinculaba a España con Grecia, Portugal e Irlanda pero que cambiaba el acrónimo "PIGS" por el de EA 4.
Hoy, sin duda, el gran protagonista es el director gerente del Fondo Monetario Internacional. Ayer domingo nos desayunábamos con la noticia de que la policía neoyorquina había detenido a Strauss-Kahn cuando éste se disponía a abandonar la ciudad en un avión. Antes, una empleada del hotel en el que se había alojado el economista, denunció un intento de agresión sexual. Strauss-Kahn abandonó el hotel con prisas a juzgar por los informes que apuntan a que se dejó el móvil, entre otras cosas, en el hotel.
Bien, este truculento asunto es el que ocupa las fotografías y principales titulares de los periódicos económicos. Para Expansión, el escándalo golpea especialmente al FMI que tiene pendiente la renovación de la cúpula y una seria crisis de credibilidad por la crisis económica y la falta de anticipación de la misma.
Para Cinco Días, el asunto abundará en la crisis del FMI, en la crisis mundial y en la del propio Strauss-Kahn, que tal y como recuerda el diario ya fue acusado de abusar de una de sus subordinadas en el organismo en 2008.
En el Economista lamentan el escándalo en un momento en el que hay que decidir si se rescata o no a más países de la zona euro y recuerda que el FMI siempre ha sido favorable a aplicar rescates.
Por lo demás, destacan las informaciones sobre los despilfarros locales y autonómicos. A saber, en Expansión: "Las Comunidades Autónomas disparan sus nuevos impuestos". Y es que resulta que nuestras regiones, esas que se juegan el color político que gestione sus destinos durante los próximos cuatro años, nos están friendo a impuestos. En la mayoría de los casos con la excusa del cuidado del medio ambiente nos han creado seis nuevos impuestos desde 2011 y han revisado al alza otros 19. En total 56 nuevos impuestos propios de las comunidades autónomas para financiar un déficit que ya asusta en círculos privados.
Y en el Economista, leemos que "los ayuntamientos usan 3.400 empresas para ocultar sus gastos". Sólo los datos de los dos primeros en el rankin asustan. El que más empresas públicas tiene es Barcelona con 120, que son más del doble que el segundo clasificado, Madrid con 53. Cada vez son más sonadas las quejas del Tribunal de Cuentas sobre este particular.
Con estos datos, parece no extrañar el rumor, cada vez más extendido, entre los próceres de campaña de los grandes partidos que temen lo que puedan encontrar en las arcas de las diputaciones y ayuntamientos que cambien de color político. Que lo veamos o no parece que sólo es cuestión de tiempo.