Así lo ha afirmado el millonario editor de Forbes y candidato republicano a la presidencia americana en 1996 y 2000 en una entrevista concedida a Human Events. Según Forbes, "un retorno al patrón oro por parte de los Estados Unidos en los próximos cinco años ahora resulta verosímil porque esa decisión ayudaría a la nación a resolver una variedad de problemas económicos, fiscales y monetarios."
Dice que "lo que hoy parece chocante podría convertirse en la opinión generalmente aceptada dentro de poco tiempo", ya que "un cambio así ayudaría a estabilizar el valor de dólar, devolver la confianza en los bonos del Gobierno americano entre los inversores extranjeros y desincentivaría el gasto federal insensato".
Forbes recuerda que "los Estados Unidos usaron con éxito el oro como base de valor del dólar americano durante unos 180 años hasta que el presidente Richard Nixon se embarcó en un experimento para acabar con esa práctica en 1970 que ha contribuido a una serie de problemas que el país está padeciendo ahora". Por este motivo, considera que "si el patrón oro hubiese estado vigente durante estos últimos años, el valor del dólar americano no se habría debilitado como lo ha hecho y se habría contenido el gasto federal excesivo".
El influyente editor se suma así al creciente número de figuras públicas que reclaman la convertibilidad del billete verde desde hace unos años. El congresista republicano Ron Paul, que lleva décadas defendiendo el regreso al patrón oro, ha sido uno de los más destacados divulgadores de esta propuesta que ahora está ganando adeptos. También el candidato al senado y gestor de fondos Peter Schiff. Y otros más insospechados como el ex presidente Bill Clinton, que vinculó el abandono del patrón oro a diversos problemas económicos actuales. En España, el patrón oro ha sido defendido por el Instituto Juan de Mariana.
El mes pasado, James Grant, editor de Grant’s Interest Rate Observer y autor de Money of the Mind (1992), afirmó que Estados Unidos finalmente resolverá sus problemas de déficit y deuda "necesariamente dando el paso de restablecer la convertibilidad del dólar en oro". Y añadió que "lo que este país necesita es una tarjeta de débito, lo que tiene es una tarjeta de crédito y la tarjeta de crédito es el privilegio de ser la divisa de reserva". Así, Estados Unidos "se encaminarían hacia algo parecido al dinero honesto y la virtud, la virtud fiscal".
El pasado domingo, Grant volvió a defender el patrón oro (aclarando que el de 1920 no fue un patrón oro auténtico) en una conferencia organizada por la New York Historical Society, centrándose en 6 puntos:
- Con el patrón oro los déficits de los últimos 40 años no habrían sido posibles.
- No se habría podido mantener los tipos de interés tan bajos que, a su vez, han propiciado la explosión del endeudamiento.
- Con el patrón oro, las burbujas eran mucho menos severas y, sin dinero barato, no alentaban la avaricia especuladora como ahora.
- La única forma de que el sistema bancario sea seguro es con reserva del 100% o con patrón oro.
- Como los déficits resultaban carísimos de mantener, se fortalecía la democracia al evitar la crisis de deuda soberana.
- El ciudadano común estaba mejor protegido frente a las burbujas originadas en el sector financiero.
En cuanto a los que se oponen al patrón oro por los costes de reajuste que supondría, Grant les comparó con los que dicen "detesto la música porque no me gusta Lady Gaga". Otro de los participantes en la conferencia afirmó que el euro es "una divisa imperfecta" y siguiendo con las comparaciones pintorescas aclaró que "todo el papel moneda" es "moneda papel de váter", aunque, en ese sentido, el dólar americano es, de vez en cuando, "de doble capa".
Pero no todos los partidarios del oro son partidarios acérrimos del patrón oro. Según el inversor Jim Rogers, "el patrón oro nunca ha funcionado realmente bien a largo plazo, ni el patrón plata, porque los políticos siempre encuentran una forma de esquivarlo. Lo devalúan, cambian las reglas o lo que sea. Basta con que te fijes en Roma". Por lo que su "solución sería no dictarle a la gente lo que debe usar como dinero. Una vez les das a los políticos el derecho a monopolizar el dinero, pueden hacer lo que les plazca". El siguiente gráfico refleja el envilecimiento de las monedas de plata durante tres siglos en el antiguo Imperio Romano.
Mientras tanto, la euforia ha llegado hasta tal punto que ha habido, incluso, quien ha vinculado la intervención en Libia con la iniciativa de Gadafi de crear un dinar respaldado por oro.