El ministro de Industria, Comercio y Turismo es un firme partidario del coche eléctrico, como hemos podido comprobar desde que está al frente del ministerio. Tan es así, que está dispuesto a gastar nuestro dinero para que los más acomodados puedan comprar un vehículo cuyo régimen de servicio es francamente discutible, y así va a seguir siendo hasta que el desarrollo tecnológico y la implantación de las "electrolineras" lo conviertan en un medio de transporte competitivo.
Pero el hecho de que la compra de un coche eléctrico sea hoy en día, al menos en España, una excentricidad propia de ociosos pudientes no impide a los socialistas trasvasar a sus bolsillos en dinero de la masa de honrados ciudadanos, especialmente si el futuro del planeta está en juego como creen Sebastián y su jefe.
Setenta y dos millones de euros es lo que los españoles vamos a invertir en estas subvenciones, a ver si alguien se anima a comprar un cacharro de estos tipo "cuadriciclo", que con 4Kw y una velocidad punta de 45 km/h durante al menos un ratito va a solucionar los problemas de emisiones de CO2 y, además, sin sobrepasar los límites de velocidad de nuestras carreteras por mucho que el conductor se empeñe.
Se trata de un programa de subvenciones muy estructurado en función de las características del vehículo que permitirá a su propietario acceder al trinque presupuestario, aunque leyendo la letra pequeña del Real Decreto se nota que hasta el propio ministerio confía poco en que los conductores españoles vayan a pasarse en masa a estos troncomóviles sostenibles. Esta es probablemente la razón de que la normativa permita también aprovecharse de estas subvenciones a las empresas dedicadas al renting o al leasing.
Todo ello es tan sólo la primera entrega de una campaña de incentivación con dinero ajeno de las conductas que el señor ministro quiere imponer a los españoles. En función de su resultado, ya anuncia que en el próximo bienio habrá una nueva remesa presupuestaria probablemente más nutrida de fondos. Si para entonces ha ganado el PP las elecciones raro será que no aumente hasta el doble.