La agencia de calificación Standard & Poor's ha rebajado este lunes de nuevo su calificación de la deuda griega al situar las notas del débito a largo y corto plazo en B y C, respectivamente, desde BB- y B. La agencia anunció en un comunicado que mantiene la calificación de la deuda griega bajo vigilancia negativa, lo que significa que puede volver a rebajarla.
Para S&P, la rebaja de la calificación, decidida este lunes, refleja lo que, a su juicio, es "el creciente parecer" entre los países de la Eurozona de extender los plazos de vencimiento del rescate concedido hace un año para evitar la bancarrota de Grecia.
La calificadora de riesgos interpreta que los socios de la Eurozona "probablemente intentarán" que los acreedores privados amplíen también los vencimientos de préstamos y bonos, informa Efe.
S&P indica que la posibilidad de que el sector privado "comparta esa carga" supondría un canje de deuda desventajoso. Además asegura que incluso si no hay reestructuración, esas extensiones del vencimiento son menos favorables para los acreedores privados que el pago de los préstamos en sus condiciones originales.
Para Standards & Poor's, una reestructuración de la deuda con la Eurozona que no afectara a la comercial, no supondría una quiebra pero sí indicaría una merma de la solvencia.
Moody's: "Examen para posible rebaja"
La agencia de calificación Moody's se ha sumado a las voces que especulan con una posible reestructuración de la deuda griega, una opción que le ha llevado este lunes a poner bajo "examen para una posible rebaja" la calidad de los bonos helenos.
Esta agencia argumentó su anuncio en el aumento del déficit, la incertidumbre sobre la sostenibilidad de la deuda soberana y la probabilidad de una recuperación más lenta y más débil de la economía helena. Para Moody's, la revisión a la baja de la calidad de los bonos griegos es posible si se concluye que los parámetros de la deuda griega están en un "sendero insostenible".
Según esta agencia, esas condiciones aumentan el riesgo de que el país mediterráneo se vea obligado a reestructuras su deuda a corto o medio plazo. Moody's recuerda que los países de la eurozona, que concedieron hace un año a Grecia un crédito de 80.000 millones de euros, han manifestado que los acreedores privados de deuda griega tendrían que soportar parte de las pérdidas que supondría esa reestructuración.