Con poco más de 5.000 kilómetros cuadrados (una cuarta parte de la provincia de Badajoz), La Rioja es la Comunidad Autónoma más pequeña de España y la menos poblada en términos absolutos, que no relativos, ya que su pequeño tamaño arroja una densidad demográfica que triplica la de las dos Castillas.
Políticamente La Rioja ha seguido el curso de otras comunidades, que empezaron siendo gobernadas por UCD, continuaron por el PSOE y, a mediados de los años 90, eligieron al candidato popular. Un candidato que, en el caso de La Rioja, lleva más de 15 años al frente de la autonomía. Se trata de Pedro María Sanz Alonso, un profesor de educación primaria que ha empalmado cuatro mayorías absolutas (1995, 1999, 2003 y 2007) y espera revalidar resultados y cargo el próximo 22 de mayo.
La Rioja es una región pequeña pero rica. La naturaleza ha sido generosa con ella. Situada en la fértil ribera del Ebro, alberga una de las denominaciones de origen vinícolas más valoradas del mundo. Cuenta, además, con la ventaja de estar situada en un transitado cruce de caminos entre el norte de España y las regiones levantinas. La autopista vasco-aragonesa cruza la región de sudeste a noroeste así como la línea férrea que comunica Cataluña y Aragón con Castilla y Galicia.
Libertad económica
Pero esas ventajas no servirían de nada si los riojanos careciesen de la suficiente libertad económica para invertir y crear riqueza. En este apartado La Rioja brilla con luz propia, es, según la Fundación Civismo, la tercera región española más libre, sólo superada por la vecina Comunidad Foral de Navarra y la Comunidad de Madrid.
Los indicadores relativos a comercio, medio ambiente, gasto público, esfuerzo fiscal y transferencias están entre los más bajos de España. Donde más destaca es en el apartado de medio ambiente. La Rioja es la segunda región española con menos regulaciones medioambientales. Destaca también por su contenido gasto público, que se situó en 2009 en el 13,5% del PIB. La autonomía gasta poco y tiene una deuda moderada, el ratio entre deuda pública y PIB es del 6,9%.
En términos de empleo, la tasa de paro riojana está por debajo de la media nacional. En 2009 era del 13,7%, tasa respetable pero muy por debajo de otras autonomías que se acercan o superan con comodidad el 20%. En los últimos dos años el desempleo ha crecido algo menos de dos puntos hasta situarse en el 15,4%.
En total, había en 2009 140.000 trabajadores en la región, un 10% de los cuales trabajan para la administración autonómica (frente al 27% de Extremadura). La Rioja exhibe una tasa de actividad (suma de ocupados y parados en búsqueda de empleo) muy alta, del 75,8%, 20 puntos por encima de la de, por ejemplo, Andalucía, que está en el 56%.
En el apartado fiscal La Rioja ofrece un curioso claroscuro. Por un lado el ejecutivo de Sanz Alonso eliminó el impuesto de donaciones en metálico y, en la práctica, el de sucesiones. Mantiene, sin embargo, elevado el tipo del gravamen sobre donaciones de inmuebles y el impuesto de transmisiones patrimoniales. Los riojanos, por si lo anterior fuera poco, son los sextos en lo referente a esfuerzo fiscal.
El índice de esfuerzo fiscal, conocido como índice de Frank, riojano es de los más bajos de España. Este índice refleja de una manera mucho más precisa que el de presión fiscal el impacto de los impuestos sobre los ciudadanos, especialmente si las rentas per cápita son bajas. La de La Rioja se situaba en 2009 cerca de los 25.000 euros por persona, fruto de un PIB que aquel año alcanzó los 7.825 millones de euros y una reducida población de 321.000 habitantes.
A pesar de algunos puntos negros, como la poquísima libertad económica en áreas como la Sanidad, La Rioja se comporta muy bien en términos económicos desde hace tres lustros. Tal vez esa sea la razón última por la que Sanz Alonso sale reelegido una y otra vez en una versión riojana de "es la economía estúpidos".
Mayorías absolutas
En las elecciones del 22 de mayo todo indica que el Partido Popular volverá a gobernar a orillas del Ebro riojano. En 2007 el PP se hizo con la mayoría absoluta por un solo escaño, el decimoséptimo del parlamento regional, que es el que la otorga. La previsión es que Pedro Sanz Alonso iguale los resultados de los últimos comicios y encadene su quinta legislatura consecutiva.
El PSOE, por su parte, podría perder sufragios y un escaño que pasaría a Izquierda Unida. Si el PP no consiguiese la mayoría se vería forzado a pactar con el Partido Riojano, siempre y cuando éste quisiese entregarle el Gobierno. La alcaldía de la capital, Logroño, pasó en 2007 del PP al PSOE precisamente por un acuerdo entre riojanistas y socialistas. Para conjurar que algo así le sucede el partido de Gobierno cuenta con la ventaja de una gestión económica solvente que ha posicionado a la pequeña región a la cabeza de España.