Ni la profundidad del lema escogido ni la presencia de todo un ministro de Fomento y una secretaria de Estado de vivienda ha logrado encandilar a los medios británicos. José Blanco comparecía ayer ante ellos en Londres en el arranque de su "road show" inmobiliario por Europa.
"Mira. Piensa. Invierte. El mercado inmobiliario español, en tus manos" es el eslogan escogido por Fomento para tratar de colocar el stock inmobiliario español en manos de inversores extranjeros. Los guiris serán guiris, pero no parece que sean precisamente tontos. Tienen un miedo atroz a la inseguridad jurídica que se cierne sobre los propietarios de viviendas costeras en España.
En su crónica, Bloomberg destaca que "José Blanco trató de persuadir a los inversores del Reino Unido para que compren viviendas vacacionales sin vender en España, un país donde más de 50.000 compradores de viviendas han perdido los derechos legales de sus propiedades."
El principal problema es la Ley de Costas, que despoja de sus derechos a los inversores nacionales y extranjeros que tuvieron a bien hacerse con una casita o apartamento en alguna de las soleadas costas españolas.
Por su parte The Telegraph hace lo propio y destaca cómo Blanco decía que invertir en España es seguro, dentro de la embajada de España en Londres, mientras fuera propietarios británicos de viviendas vacacionales en España se quejaban por haber sido despojados de sus derechos.
Además, Bloomberg recuerda que la campaña iniciada por José Blanco, comienza justo después de que algunos miembros del Parlamento Europeo, como Marta Andreasen, Roger Helmer y Michael Cashman, hayan vuelto a pedir que se congelen los fondos de la Unión Europea destinados a España hasta que se resuelven las deficiencias jurídicas que han despojado a los compradores de los derechos de propiedad. Una de las realidades que refleja un informe no vinculante de 2009 que criticaba a España por sus restricciones a la propiedad en la costa con carácter retroactivo.
Sin ir más lejos, esta agencia cita el caso de Andalucía donde asegura que cerca de 50.000 propietarios de viviendas en primera línea de playa han perdido los derechos sobre sus hogares después de la publicación de la Ley de Costas en España que se aplica con carácter retroactivo. Además, temen que hasta 500.000 viviendas se vean afectadas por dicha ley. Según Telegraph, hablar de un millón de viviendas ilegales por vender en España es "hablar de una cifra conservadora".
Con este panorama los cronistas de Bloomberg y de Telegraph afean la conducta a Blanco por no haber pasado siquiera por la situación que viven miles de propietarios británicos que, merced a la "corrupción política" en España, las malas prácticas "de algunos bancos" y la retroactividad de la Ley de costas, descubren que, después de pagarlas, sus casas de vacaciones en España no son "legalmente suyas".