Las conclusiones son claras: la libertad económica implica, en última instancia, más riqueza y mejores niveles de vida.
Emilio J. González
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HispanoL dijo el día 5 de Mayo de 2011 a las 20:16:
Una parte de la libertad económica que acabarán descubriendo las autonomías españolas es la liberta lingüística: aquellas comunidades que imponen la inmersión en sus locales y costosas lenguas verán frenada la llegada de recursos económicos y humanos.
Y hay otra libertad que está aún por descubrir: la del suelo. No se encuentra a menudo mención a la importancia que el intervencionismo en el suelo ha tenido en la subida espectacular de precios del suelo en España. Los políticos españoles tienen el suelo intervenido, tienen declarado todo el territorio como no urbanizable salvo aquel que les interesa,y los motivos por los que les puede interesar no son muy confesables: elevar el precio (restringiendo oferta de suelo) para incrementar la recaudación del ayuntamiento, y cobrar (en negro) para financiar a su partido y enriquecerse ellos mismos. Así se ha llegado a precios del suelo superiores en España a los de países con mayor densidad de población y mayor renta por cabeza que la nuestra porque en estos todo el territorio es urbanizable salvo por mortivos que han de ser muy bien justificados (es decir, que respetan la verdadera propiedad privada). La comunidad autónoma que liberalice profundamente su mercado del suelo será la primera en llevarse una grata sorpresa económica.
Sugiero al articulista que escriba sobre estos dos asuntos.
HispanoL dijo el día 5 de Mayo de 2011 a las 19:33:
Una parte de la libertad económica que acabarán descubriendo las autonomías españolas es la liberta lingüística: aquellas comunidades que imponen la inmersión en sus locales y costosas lenguas verán frenada la llegada de recursos económicos y humanos.
Y hay otra libertad que está aún por descubrir: la del suelo. No se encuentra a menudo mención a la importancia que el intervencionismo en el suelo ha tenido en la subida espectacular de precios del suelo en España. Los políticos españoles tienen el suelo intervenido, tienen declarado todo el territorio como no urbanizable salvo aquel que les interesa,y los motivos por los que les puede interesar no son muy confesables: elevar el precio (restringiendo oferta de suelo) para incrementar la recaudación del ayuntamiento, y cobrar (en negro) para financiar a su partido y enriquecerse ellos mismos. Así se ha llegado a precios del suelo superiores en España a los de países con mayor densidad de población y mayor renta por cabeza que la nuestra porque en estos todo el territorio es urbanizable salvo por mortivos que han de ser muy bien justificados (es decir, que respetan la verdadera propiedad privada). La comunidad autónoma que liberalice profundamente su mercado del suelo será la primera en llevarse una grata sorpresa económica.
Sugiero al articulista que escriba sobre estos dos asuntos.