El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar abril en 4.269.360 personas, tras bajar en 64.309 desempleados, con un descenso porcentual del 1,48% respecto al mes de marzo, según los datos oficiales publicados este miércoles por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Se trataría del mayor descenso del paro en un mes de abril desde 2006 y de la primera caída del desempleo desde diciembre de 2010, cuando bajó en 10.221 personas.
El Gobierno se ha agarrado a este dato oficial para tratar de contrarrestar las dramáticas cifras arrojadas por la Encuesta de Población Activa (EPA) en el primer trimestre (casi 5 millones de parados, acumulando así la mayor destrucción laboral de la historia desde que existen registros).
Así, mientras que la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, destacó que al "igual que siempre que sube el paro es una mala noticia, cuando baja es un buen dato", el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue mucho más allá al asegurar que dicho descenso es "un muy buen dato, el mejor de los últimos cinco años" y, por tanto, "puede marcar" un cambio de tendencia, un punto de inflexión que se confirmará en la segunda mitad del año mediante la creación de empleo, según Zapatero.
Sin embargo, los datos en bruto del paro de abril no reflejan la situación real del mercado laboral español. Así, por un lado, si bien es cierto que las oficinas del Inem registraron 64.309 desempleados menos respecto a marzo, el Gobierno no clarifica que la Semana Santa cayó este año en abril, un período vacacional caracterizado por un sustancial aumento de la contratación temporal por parte del sector servicios.
De ahí, precisamente, que los estadísticos del Ministerio de Economía elaboren un índice alternativo en donde se eliminan estos efectos estacionales propios de algunos meses del año (Semana Santa, vacaciones de verano y Navidades) a fin de comparar datos homogéneos. Así, una vez eliminada la estacionalidad (el efecto Semana Santa sobre el empleo) se observa que, en realidad, el paro ha vuelto a aumentar el pasado abril. En concreto, tal y como señala el informe de Trabajo, "en términos desestacionalizados, el desempleo se ha situado en 4.169.297, lo que supone 7.110 parados más que el valor desestacionalizado del paro registrado en marzo". Es decir, el número de parados aumentó en 7.110 personas en términos homogéneos.
Sin maquillaje estadístico
Por otro lado, el dato bruto -sin descontar el efecto Semana Santa- que ofrece el Ministerio de Valeriano Gómez señala que el número de desempleados alcanzó una cifra total de 4.269.360 personas, lo cual contrasta enormemente con las cifras trimestrales de la EPA. Tal divergencia se debe al tradicional maquillaje estadístico que aplica el Gobierno desde 2008 para ocultar a un gran número de parados.
Desde entonces, el Ejecutivo descuenta de la cifra oficial a los parados que acuden a cursillos de formación, catalogados bajo el epígrafe de "demandantes de empleo no ocupados" (DENOS). El pasado abril su cifra ascendió a 258.019 personas. Trabajo, sin embargo, los considera estadísticamente como parados "ocupados".
Además, Trabajo tampoco contabiliza a los 219.173 desempleados agrupados bajo el título de demandantes de empleo con "disponibilidad limitada" o "demanda de empleo específica". Estas personas, según afirma el antiguo Inem, "son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo". Es decir, que son también parados.
De este modo, el número real de parados -sumando ambos epígrafes- asciende a un total de 4.746.552 en abril, con lo que Trabajo oculta a 477.192 desempleados en las listas oficiales. Esto implica que el número de parados descendió en 75.739 personas respecto al desempleo real (sin maquillaje estadístico) de marzo. Pero, tal y como se indicó anteriormente, una vez eliminado el efecto temporal que implica la Semana Santa a nivel laboral, el paro creció en algo más de 7.000 personas respecto a marzo.