La Reserva Federal de EEUU baraja cinco medidas para reducir liquidez en el mercado y tratar así de controlar el aumento de precios.
Hugo Baldasano
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Ralpher dijo el día 27 de Abril de 2011 a las 16:42:
El problema en EEUU es que todo parte de un mal funcionamiento del sistema de supervisión de los mercados financieros por parte de la Reserva Federal. Como consecuencia de este mal funcionamiento, muchos activos creados con el respaldo de hipotecas subprime entraron en el mercado financiero con la máxima clasificación y se repartieron entre todos aquellos agentes económicos -bancos de todo tipo, grandes empresas, instituciones financieras diversas, etc- que las utilizaron para mantener aquella parte de su capital que se supone ha de ser poco rentable pero muy segura -así son considerados los titulos de deuda creados con el respaldo de hipotecas normales-.
Una vez estallada la burbuja tal y como explico en mi blog, todos los tenedores de este tipo de activos se encontraron con grandes agujeros en sus balances, agujeros que podrían haber provocado un gran cataclismo financiero y económico -quiebras y cierres masivos- de no haber sido por las grandes inyecciones sucesivas de dinero que la Reserva Federal puso en marcha para que los afectados pudieran tapar estos agujeros imprevistos con el menor coste posible.
Los diferentes 'Quantitative Easing' no han entregado dinero para que lo malgaste a su antojo el gobierno americano, sino para que este lo canalice hacia aquellas empresas e instituciones del sector financiero más sensibles a este problema y cuya caída podría afectar en mayor medida al resto de la economía. Por ello, este dinero no va, y no debería ir, a reactivar el mercado por si sólo -no debería convertirse en créditos al consumo tal cual-, sino a tapar parcialmente los agujeros ya creados para que las empresas e instituciones financieras afectadas puedan seguir operando casi como antes de este problema que se han encontrado sin quererlo.
Por eso, los 'Quantitative Easing' ya lanzados y los que vengan no van a incrementar la masa monetaria aumentando así las tensiones inflacionarias, sino que buscan, o deberían buscar, dejar la cantidad de dinero en circulación en unos niveles, si nó parecidos a los que había antes del 'crack', si de alguna forma asumibles por unos mercados que, de esta forma, no se hundirán por la quiebra de la liquidez y la confianza y podrán volver poco a poco a la normalidad.
Las tensiones inflacionarias en los mercados mundiales tienen su origen más en la gran demanda de todo tipo de productos y alimentos por parte de las empresas y la población chinas y en las presiones del cartel del petróleo para aprovechar la coyuntura, que en la política monetaria expansiva que en estos momentos están llevando a cabo tanto las autoridades monetarias norteamericanas como europeas.
La situación del mercado americano, a pesar del enorme déficit creado, se normalizará paulatinamente según se regule la situación en los balances de las grandes corporaciones y bancos que resultaron tan afectados. Cuando las primeras empiecen a generar riqueza de nuevo dando beneficios y creando empleo y los segundos den nuevos créditos con las debídas garantías, su enorme déficit puede reducirse notáblemente en un par de legislaturas poco proclives al gasto social.
Más me preocupa la crisis de capacidad de compra de orígen típicamente europeo que estamos sufriendo especialmente en España, solapada con la crisis financiera americana, cuyo origen ni entienden ni parecen saber resolver estos mediocres que tenemos tanto en el gobierno como en la oposición.
El problema en EEUU es que todo parte de un mal funcionamiento del sistema de supervisión de los mercados financieros por parte de la Reserva Federal. Como consecuencia de este mal funcionamiento, muchos activos creados con el respaldo de hipotecas subprime entraron en el mercado financiero con la máxima clasificación y se repartieron entre todos aquellos agentes económicos -bancos de todo tipo, grandes empresas, instituciones financieras diversas, etc- que las utilizaron para mantener aquella parte de su capital que se supone ha de ser poco rentable pero muy segura -así son considerados los titulos de deuda creados con el respaldo de hipotecas normales-.
Una vez estallada la burbuja tal y como explico en mi blog, todos los tenedores de este tipo de activos se encontraron con grandes agujeros en sus balances, agujeros que podrían haber provocado un gran cataclismo financiero y económico -quiebras y cierres masivos- de no haber sido por las grandes inyecciones sucesivas de dinero que la Reserva Federal puso en marcha para que los afectados pudieran tapar estos agujeros imprevistos con el menor coste posible.
Los diferentes 'Quantitative Easing' no han entregado dinero para que lo malgaste a su antojo el gobierno americano, sino para que este lo canalice hacia aquellas empresas e instituciones del sector financiero más sensibles a este problema y cuya caída podría afectar en mayor medida al resto de la economía. Por ello, este dinero no va, y no debería ir, a reactivar el mercado por si sólo -no debería convertirse en créditos al consumo tal cual-, sino a tapar parcialmente los agujeros ya creados para que las empresas e instituciones financieras afectadas puedan seguir operando casi como antes de este problema que se han encontrado sin quererlo.
Por eso, los 'Quantitative Easing' ya lanzados y los que vengan no van a incrementar la masa monetaria aumentando así las tensiones inflacionarias, sino que buscan, o deberían buscar, dejar la cantidad de dinero en circulación en unos niveles, si nó parecidos a los que había antes del 'crack', si de alguna forma asumibles por unos mercados que, de esta forma, no se hundirán por la quiebra de la liquidez y la confianza y podrán volver poco a poco a la normalidad.
Las tensiones inflacionarias en los mercados mundiales tienen su origen más en la gran demanda de todo tipo de productos y alimentos por parte de las empresas y la población chinas y en las presiones del cartel del petróleo para aprovechar la coyuntura, que en la política monetaria expansiva que en estos momentos están llevando a cabo tanto las autoridades monetarias norteamericanas como europeas.
La situación del mercado americano, a pesar del enorme déficit creado, se normalizará paulatinamente según se regule la situación en los balances de las grandes corporaciones y bancos que resultaron tan afectados. Cuando las primeras empiecen a generar riqueza de nuevo dando beneficios y creando empleo y los segundos den nuevos créditos con las debídas garantías, su enorme déficit puede reducirse notáblemente en un par de legislaturas poco proclives al gasto social.
Más me preocupa la crisis de capacidad de compra de orígen típicamente europeo que estamos sufriendo especialmente en España, solapada con la crisis financiera americana, cuyo origen ni entienden ni parecen saber resolver estos mediocres que tenemos tanto en el gobierno como en la oposición.
ralpherns -> Esta crísis que nadie entiende