Las entidades financieras españolas deberán reforzar su solvencia con una inyección de capital de entre 35.000 y 40.000 millones de euros para cumplir con los requisitos de la regulación internacional de Basilea III, según un informe de PwC.
Los expertos de la firma indican en su estudio sobre activos no estratégicos en Europa que dicha inyección de capital es necesaria para que las entidades financieras españolas cuenten con un capital Tier 1 de al menos el 7%. "Consideramos que las entidades financieras españolas necesitarán mejorar su ratio de solvencia y que una parte importante de esto vendrá a través de la venta de carteras de deuda fallida y de activos no estratégicos disponibles para la venta", entre los que destacan los inmuebles adjudicados en pago de deuda, dice el informe.
Según los datos del Banco de España, las entidades españolas acumulan una cartera de deuda fallida de más de 103.000 millones de euros, cantidad inferior a la de Alemania (225.000 millones), Reino Unido (170.000 millones), e Irlanda (109.000 millones), pero superior a la de Italia (76.000 millones). En conjunto, los bancos europeos mantienen en sus carteras activos no estratégicos disponibles para la venta por valor de más de 1,3 billones de euros repartidos en 13 países europeos. Según los cálculos de PwC, se tardará diez años en digerir tal cantidad de activos.
El caso español
En España, el 70% de la deuda morosa son créditos impagados destinados a la compra de vivienda y ligados al sector inmobiliario y de la construcción, según el informe, que ve necesarios "ajustes ulteriores en el precio de la vivienda" en España, a pesar de la rebaja de precios experimentada hasta ahora.
En cualquier caso, el estudio espera un incremento en las transacciones de venta de cartera de deuda fallida en los próximos nueve a doce meses por la necesidad de las entidades financieras españolas de mejorar sus ratios de solvencia y liquidez, y tras algunos cambios legislativos en el sector, según recoge Europa Press.
El principal problema al que se enfrentan las entidades ante la venta de activos no estratégicos disponibles para la venta es la gran diferencia entre las expectativas de los vendedores y el precio que están dispuestos a pagar los compradores, en busca de buenas oportunidades.
Para el socio de PwC Jaime Bergaz, las carteras con mayor potencial de venta en los próximos meses son aquellas provisionadas en su totalidad, así como los activos adjudicados residenciales, debido a la nueva normativa que ajusta los valores en libros a precios de mercado de los activos.