"Lo que cuentan son los hechos y no las palabras". Con esta frase José Luis Rodríguez Zapatero ha querido eludir la polémica por el "cuento chino" acerca de la inversión del fondo soberano del país asiático en las cajas españolas.
El problema para el presidente es que los hechos (lo que cuenta) son que Pekín no se ha comprometido a invertir 9.000 millones en las entidades y las palabras son las de su Gobierno, que es el único que ha hablado hasta ahora, aunque sea para dar una información falsa y luego desmentirla, tras el enfado de las autoridades asiáticas.
La cronología de los acontecimientos es la siguiente: el miércoles, el Ejecutivo español anunció con alegría que China Investment Corporation (CIC) iba a invertir 9.000 millones de euros en las cajas. Este anuncio se producía tras varias reuniones entre Zapatero y mandatarios chinos, por lo que parecía que los buenos oficios negociadores del presidente tenían fruto. Sin embargo, horas después CIC obligaba a Moncloa a rectificar su propia filtración tras negar la información con duras palabras: "Los informes carecen de fundamento y no están en consonancia con la verdad".
Por fin, este viernes, Zapatero comparecía ante la prensa, que le preguntaba por el tema. El presidente no ha querido responder directamente; se ha limitado a alabar el "compromiso" de China y ha zanjado la polémica con una frase que puede significar cualquier cosa: "Lo que cuentan son los hechos, no las palabras". Además, ha recordado que Pekín ha comprado deuda española, pasando de tener 6.000 millones en 2009 a más de 25.000 en estos momentos. "China va a seguir comprometida con la deuda y va a invertir en nuestro sistema financiero", ha asegurado, lo que facilitará la reestructuración de las entidades para que fluya el crédito cuanto antes y "la economía funcione. Cuando se produzca la inversión de sus fondos ya hablaremos de las cifras".
Daños colaterales
Lo que ocurre es que el anuncio del miércoles ya ha generado numerosos problemas, que no se acabarán tanto si finalmente se concreta la inversión, como si no se hace. Son los daños colaterales de un nuevo fallo de comunicación del Ejecutivo.
Es muy posible que en alguna de las negociaciones entre el Gobierno español y el chino se haya planteado la posibilidad de que CIC invierta en las cajas con problemas. Pero claro, de ese diálogo a un compromiso que Pekín desmintió rápidamente hay un largo camino que Moncloa recorrió y que luego tuvo que desandar. La primera consecuencia podría ser precisamente que se complicase la inversión. Publicar los términos de una negociación no terminada puede ser la manera más sencilla de romper o dificultar que se alcance el pacto.
Por otro lado, la imagen internacional de España ha vuelto a sufrir un duro golpe. Este mismo viernes Financial Times criticaba al Gobierno por el error y calificaba de "vergonzoso" lo que la prensa española ya denomina como "cuento chino". Además, la bolsa ha sufrido fuertes castigos en los últimos dos días. Aunque los movimientos del parqué no pueden atribuirse a las palabras del presidente, éstas tampoco habrán ayudado. Y la prima de riesgo, que comenzaba la sesión del jueves en 180 puntos básicos, ya roza los 200.
Por último, hay que recordar que según la ley, la difusión de información falsa "a sabiendas" [...] "con el fin de alterar o preservar el precio de cotización de un valor [...] obteniendo para sí o para tercero un beneficio económico" está penado con hasta dos años de cárcel. Se desconoce la intención que tuvo el Gobierno a la hora de difundir los famosos 9.000 millones de euros de inversión en cajas, aunque está claro que se trataba de una noticia favorable al Ejecutivo, tanto política como económicamente.