"Los españoles merecen un Gobierno que no les mienta". Éste fue el histórico grito de guerra pronunciado por Alfredo Pérez Rubalcaba en las jornadas posteriores al fatídico y terrible atentado del 11-M en Madrid. Pues bien, pasen y vean.
Martes 12 de abril. Sale a la luz la ocultación de información financiera de primer orden por parte del Banco de España (BdE), brazo financiero del Gobierno bajo las órdenes del también socialista Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En pleno proceso de reestructuración de cajas, el gobernador de la entidad mintió acerca del agujero real de la CAM con el objetivo de facilitar su fusión en Banco Base. Ahora se entiende el baile de cifras de la caja alicantina durante las últimas semanas. Y es que, si bien a principios de marzo el BdE cuantificaba un agujero potencial de unos 1.400 millones esta cifra se ha duplicado hasta los 2.800 en apenas un mes.
Miércoles 13 de abril. En el transcurso de su gira asiática, la delegación oficial que acompaña a Zapatero filtra a la prensa que el régimen chino no sólo seguirá comprando deuda pública española sino que, además, está dispuesto a invertir hasta 9.000 millones de euros en cajas de ahorros. Sin duda, una gran noticia para el sector financiero, sobre todo si se tiene en cuenta el rechazo generalizado de los inversores extranjeros a este tipo de activos, dado su alto riesgo y escasa transparencia en sus balances. El problema es que el fondo soberano citado por las fuentes gubernamentales, China Investment Corporation (CIC), no tardó ni 24 horas en desmentir tal afirmación. "No es cierto que se hablara de esa cantidad ni sabemos de dónde sale".
El cuento chino tuvo, pues, un escaso recorrido. Es posible que los chinos inviertan en cajas insolventes, aunque no precisamente por constituir una buena inversión sino más bien a cambio de otro tipo de acuerdos comerciales de mayor interés, pero el hecho de que CIC se apresurara a contradecir al Gobierno es prueba inequívoca de que éste, una vez más, trató de colar un dato falso de forma maniquea.
Jueves 14 de abril. ¿Recuerdan el límite de 110 km/h? El pasado marzo el Ejecutivo anunció que la reducción del límite máximo de velocidad en España se mantendría durante cuatro meses, hasta el próximo 30 de junio. Ése fue el anuncio inicial. Sin embargo, el director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, acaba de asegurar que "volverá a los 120 cuando el precio del petróleo vuelva a su sitio", que es como decir "nunca" o, más bien, "cuando a nosotros nos dé la real gana". Y es que, si el Gobierno espera que el precio del barril vuelva a los 70-80 dólares a corto plazo es mejor que los españoles se acostumbren a pisar freno.
En definitiva, tres grandes mentiras en sólo tres días. Evidentemente, la lista es mucho mayor, pero los casos citados ejemplifican con claridad la dinámica estructural de engaños en la que ha incurrido el Ejecutivo desde el inicio de la crisis. Lo peor de todo es que cualquiera de estos tres ejemplos constituiría por sí solo un escándalo de grandes dimensiones en muchos países ricos. Claro que, por desgracia, la normalidad con la que aquí son asumidos se asemeja más bien al de uno en vías de desarrollo.