La noticia saltó el miércoles y fue ampliamente difundida por los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales. Tras el encuentro mantenido entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el vicepresidente ejecutivo del fondo soberano China Investment Corporation (CIC), Xie Ping, fuentes oficiales del Ejecutivo filtraron la siguiente información: CIC estudia un paquete de inversión en diversas cajas de ahorros españolas de unos 9.000 millones de dólares, a los que se sumarían otros 4.000 millones de dólares que aportarían otras compañías chinas, lo que suma un total de 13.000 millones de dólares (unos 9.000 millones de euros).
Se trataba, sin duda, de una información muy destacada dada la delicada situación que atraviesan numerosas cajas de ahorros ante la necesidad de cumplir con las nuevas exigencias de capital establecidas por Economía. En este sentido, cabe recordar que, según el análisis publicado por el Banco de España el pasado marzo, ocho cajas y cuatro bancos precisarían un total de 15.152 millones de euros para reforzar su solvencia. La promesa china de invertir 9.000 millones serviría para cubrir casi el 60% de dicha cuantía.
Sin embargo, a primera hora del jueves saltaba la sorpresa. CIC desmentía la información del Gobierno: "Los informes carecen de fundamento y no están en consonancia con la verdad", afirmaba un funcionario del fondo chino a Reuters; "lo estamos considerando y no lo hemos decidido todavía", indicó otra fuente oficial a Efe, quien además negó que su vicepresidente, Xie Ping, mencionara en ningún momento a Zapatero esa cantidad; "mi jefe nunca mencionó esa cifra. No es cierto que se hablara de esa cantidad ni sabemos de dónde sale", advertía.
Tan sólo después de difundido el desmentido, el Gobierno salió para corregir la filtración facilitada el miércoles. Así, a media mañana, fuentes de la delegación española que acompaña a Zapatero en su gira asiática confirmaron que hubo un error de identificación en el nombre del fondo de inversión -en referencia a CIC- y matizaron que, aunque se barajaron algunas cantidades, se tratan de estudios preliminares y no es momento de entrar en cifras concretas. Pese a todo, insistieron en que hay alguna institución financiera interesada en España (el miércoles citaron explícitamente al CIC) y recordaron el mensaje del primer ministro chino, Wen Jiabao, de que su país seguirá comprando deuda pública y participará en la reestructuración de las cajas.
Reacción en bolsa
Así pues, tajante desmentido de China y posterior corrección en toda regla del Gobierno. La cuestión es que tales informaciones han alterado, como es lógico, los mercados bursátiles y, sobre todo, financieros. El desmentido chino y el riesgo creciente de quiebras soberanas en la zona euro han centrado, en gran medida, la atención de los inversores durante la sesión de esta mañana.
El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, perdía a mediodía más del 1,5%, perdiendo de vista los 10.700 puntos, lastrado por los descensos de las entidades financieras, pendientes de los avatares de la inversión de China en el sector y del Banco de España, que este jueves publica datos sobre los planes de recapitalización de algunas entidades.
El desmentido avivó las incertidumbres en el Ibex. Por otro lado, la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años respecto a sus homólogos alemanes repuntaba por encima de los 190 puntos básicos, aunque en este caso la principal variable a tener en cuenta es el riesgo real de quiebras soberanas en la zona euro.
Y dado el impacto que ha tenido el anuncio del Gobierno, cabe preguntarse qué pasaría si una información de estas características (falsa) hubiera sido facilitada por un particular o una empresa. El artículo 284 del Código Penal estipula lo siguiente:
Se impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a veinticuatro meses a los que:
1.º Empleando violencia, amenaza o engaño, intentaren alterar los precios que hubieren de resultar de la libre concurrencia de productos, mercancías, títulos valores o instrumentos financieros, servicios o cualesquiera otras cosas muebles o inmuebles que sean objeto de contratación, sin perjuicio de la pena que pudiere corresponderles por otros delitos cometidos.
2.º Difundieren noticias o rumores, por sí o a través de un medio de comunicación, sobre personas o empresas en que a sabiendas se ofrecieren datos económicos total o parcialmente falsos con el fin de alterar o preservar el precio de cotización de un valor o instrumento financiero, obteniendo para sí o para tercero un beneficio económico superior a los 300.000 euros o causando un perjuicio de idéntica cantidad.
3.º Utilizando información privilegiada, realizaren transacciones o dieren órdenes de operación susceptibles de proporcionar indicios engañosos sobre la oferta, la demanda o el precio de valores o instrumentos financieros, o se aseguraren utilizando la misma información, por sí o en concierto con otros, una posición dominante en el mercado de dichos valores o instrumentos con la finalidad de fijar sus precios en niveles anormales o artificiales.
En todo caso se impondrá la pena de inhabilitación de uno a dos años para intervenir en el mercado financiero como actor, agente o mediador o informador.
Es decir, según la ley, la difusión de información falsa "a sabiendas" [...] "con el fin de alterar o preservar el precio de cotización de un valor [...] obteniendo para sí o para tercero un beneficio económico" está penado con hasta dos años de cárcel. Se desconoce la intención que tuvo el Gobierno a la hora de difundir los famosos 9.000 millones de euros de inversión en cajas, aunque está claro que se trataba de una noticia favorable al Ejecutivo, tanto política como económicamente.
Evidentemente, sólo un juez puede determinar si existe o no delito, pero lo cierto es que el desliz chino cometido por el equipo de Zapatero arrojaría muchas dudas en caso de que el artífice de tal información hubiese sido un particular o una empresa, dado su impacto y magnitud en los valores de las entidades afectadas.