Típico en España............me contaba una amiga que vino de Francia (trabaja en un banco) que al venir a España la miraban rara por salir a su hora, los demás se quedaban por sistema, algún problema tuvo con su jejefe directo al respecto.....pero su argumento fue aplastante.¿si ella hace su trabajo en tus 8 horas ¿por que quedarse? y si ve que hay mucho trabajo (es por temporadas) aprieta el acelerador...no entiende que la gente se quede por sistema, ¿para que? ¿es que no son capaces de hacer las cosas en su tiempo? en fechas de mucho trabajo vale, ¿pero y cuando la época es relajada? vamos que al final nadie la pudo dar explicación al respecto. Insisto típico en España. Por cierto, sale a su hora y con su trabajo realizado.
beltane:
De peñazo nada; creo que lo has explicado perfectamente y aunque en mi opinión te has acercado mucho al diagnóstico en el párrafo final, quizás te ha faltado ponerle nombre.
Me refiero a esa consideración de que individualmente, el Español no es menos que un Alemán, lo que no es del todo cierto, ya que la diferencia de educación cívica -no la de besar la mano a las señoras-, es abismal. Sin embargo, con ser importante, la anterior no es ni con mucho la causa profunda de las diferencias, porque estas residen en el *sistema*.
Aunque lejos de ser perfecto y con sus inevitables deficiencias, el Alemán es un sistema bastante eficiente en orden a conseguir bienestar y progreso a la mayoría de sus ciudadanos. Mientras que el Español es un sistema pensado por golfos y sinvergüenzas para que los dos extremos de la escala -delincuentes y políticos- puedan vivir lo mejor posible. De hecho, no por ser un lugar común, es menos cierta la afirmación popular de que en España las leyes están pensadas para proteger al delincuente y castigar a las personas decentes.
Cualquiera que tenga un mínimo de experiencia, sabe que los sistemas son mucho más importantes que los individuos y a pesar de cómo nos luce el pelo, existen repetidas evidencias de que cuando se han trasladado Españoles para integrarse en el sistema Alemán, su desempeño ha sido igual o mejor que el de los nativos.
Las consecuencias de todo esto son claras, aunque no me detendré aquí a analizarlas ni a proponer soluciones. De lo que sí pueden estar seguros todos los lectores, es de que -quizás con la excepción de dos señoras cuyos nombres me reservo-, no existe en el panorama político Español ningún líder político con la inteligencia, ni las ideas, ni arrestos para acometer las reformas necesarias. Por lo que el pronóstico no puede ser más sombrío.
Por cierto y aunque pueda parecer "off topic", acabo de oír en el Telediario cómo el señor Rubalcaba afirma tan campante en el Congreso, que a final de año, España estará en crecimiento. Espero que nos volvamos a encontrar por esas fechas para recordarles cómo se puede mentir con el mayor descaro sin que pase absolutamente nada.
Otro dato: observen cómo están de pintadas y "grafittis" las fachadas de calles y plazas de nuestras ciudades y cómo los vándalos que las realizan campan a sus anchas al extremo de que en algunas zonas, no existe literalmente ningún espacio libre sin el correspondiente garabato y cómo no se libran ni las señales de tráfico.
Hace tiempo, un comentarista de este digital escribió "Nada es azar", lo que además de ser cierto, es el título de un libro de Richard Bach. Pues bien, precisamente por eso, puedo decirles que estas últimas circunstancias, aparentemente inconexas con el tema inicial del comentario, tienen sin embargo una relación directa con él. De forma que pueden utilizarlas como termómetro o sistema de predicción. De modo que mientras se mantengan, pueden perder la esperanza de que tenga solución lo de nuestra diferencia con los Alemanes y todo lo demás que se deriva de ello.
Eso de que los españoles pasan más horas en el trabajo pero sin trabajar es esencialmente falso.
En todo caso es sólo aplicable a los funcionarios, que no son pocos, pero no a los trabajadores (en su mayoría) de empresas privadas.
La baja productividad se debe a la brutal incompetencia y al enchufismo de jefes y sobre todo de jefecillos. Uno puede estar haciendo un trabajo en su oficina y un compañero la tarea diammetralmente opuesta en el otro extremo. Básicamente todas las empresas en España son incompetentes, y las españolas, las peores. Empezando por los bucaneros del Santander y acabando en cualquier otra.
Cualquier medida para mejorar la productividad pasa por la posibilidad de despedir al funcionario gandul/incompetente de turno.
Dado que trabajo en los dos países, quisiera comentaros algunas diferencias, quizá algo sutiles aunque fácilmente observables, sin meterme en legislaciones y otros elementos que sin duda tienen mucha relevancia, pero que ya están recogidos en el artículo y ampliados por los demás foreros.
En primer lugar, en Alemania el trabajo no se considera una maldición bíblica, es un medio para ganarse la vida que se aprovecha en la medida de lo posible también como medio para realizarse como ser humano.
El escaqueado, por ejemplo, es una figura que aquí goza de enormes facilidades (cualquiera le dice algo no vaya a ser que se me rebote o me acuse de pelota o esquirol) e incluso de la admiración y simpatía de algunos, en plan: “Cómo se lo monta el tío”. En Alemania, el scaquer es un pringao que recibe el menosprecio de sus compañeros, cuando no las burlas abiertas. Y pocas veces se beneficia de apoyos, promociones, ascensos o renovaciones de contrato. No farda nada ir de scaker.
Ya entre nuestros jóvenes, cuando alguien se esfuerza por hacer las cosas bien, resulta que es un “motivao”, y un “agobiao” si el que juzga al que pretende tirar del carro es más mayor.
La satisfacción del trabajo bien hecho no es una frase que suene carca en Alemania.
La educación, conjunto de normas fundamentales para facilitar las relaciones humanas, incluidas las laborales, se observa escrupulosamente, sobre todo en comparación con lo que se ha convertido aquí en una costumbre demasiado extendida. No responder a una llamada de teléfono, no contestar cartas o e-mails, llegar tarde, no acudir a una cita, no cumplir los timings, no atender los compromisos, no ser cortés, el engaño sistemático, molestar, andar cabreado todo el día, no pedir disculpas tras los errores, las contestaciones intempestivas… son algunos de los elementos diferenciales que ayudan a que el trabajo allí no sea una tortura y se acometa con cierta confianza.
El comportamiento deshonroso se denuncia. Desde los pequeños hurtos a los grandes desfalcos. No son admisibles ni tolerables. El compañerismo mal entendido no está por encima de la honradez. Ni la cobardía o el mirar hacia otro lado son de recibo.
Otra: el empresario no es un extraterrestre, ni es de otra raza, ni incluso pertenece a un estamento diferenciado. Tampoco es un padre y mucho menos es un cónyuge. Es un señor que contrata a otro señor en unas condiciones determinadas que ambos se comprometen a respetar. Si alguna de las dos partes no está conforme con la evolución de las cosas, se rescinde el contrato y se acabó. (Es fácil porque el trabajador que lo es rápidamente encontrará otro trabajo). Nadie ve tampoco al empresario como a un delincuente, al contrario, lo habitual es admirar la inteligencia, el esfuerzo y el riesgo que ha asumido para montar, dirigir o hacer que funcione la empresa. Si gana mucho dinero, “Wunderbar”. Mejor nos irá a todos los del barco. (Vaya otra frase “carca”).
Ya paro. Sin embargo,
lo más mortificante es que uno a uno, un español no es ni menos honrado, ni menos trabajador, ni menos educado, ni menos eficiente que un alemán. Es nuestro “Weltanschauung” de conjunto (la visión que tenemos de las cosas) lo que varía, y me temo que mucha culpa de que la nuestra se haya conformado así la tiene la agresiva ignorancia progre, que viene dictaminando el orden de valores de este país desde hace demasiado tiempo.
Hay que cambiar muchas cosas si queremos regresar al mundo, pero no es sólo una cuestión legislativa.
(perdón por el peñazo).
Si trabajaramos, en proporción, la mitad de lo que trabajan los alemanes, no estaríamos donde estamos.
No escriban tantas cosas para explicar las razones por las que los españoles, que trabajamos más que la media, formamos parte de un país poco eficiente. No le dan tantas vueltas. La razón es sencilla: en ningún país europeo hay 60,000 liberados sindicales reconocidos, lo cual significa que las empresas pagan salario y seguridad social a todos ellos sin trabajr. Estos 60,000 liberados equivalen a 480,000 horas/día no trabajadas, a 2,400,000 horas/semana de puro cachondeo y a 95,000,000 ho0ras/año saboreadas por nuestros digno liberados sindicales. ¿Cómo quieren que seamos efectivos?. Bocona
El español no trabaja más. Pasa más horas en el trabajo, que es diferente.
Dicho esto, estoy totalmente de acuerdo con Tomas_Mo
Tomas_Mo
Otro más que está de acuerdo contigo.
Y además , la cosa va a peor. Ahora están haciendo trabajar más horas por menos dinero. (Tengo dos casos en mi familia).
Además la diferencia entre el empresario español y el alemán es abismal. (Y también tengo casos cerca).
El empresario español , en cuanto que ha ganado cuatro duros lo primero que hace es comprar el Mercedes, el chalet en la playa y echarse la querida.
Y si no gana lo suficiente para mantener ese tren de vida , pues ya se sabe. O gente a la calle o a vivir en la empresa , sábados y domingos, por 900 euros.
Él no, claro, el currito al que le ha salvado la vida dándole un empleo.
Tomas_Mo
Otro más que está de acuerdo contigo.
Y además , la cosa va a peor. Ahora están haciendo trabajar más horas por menos dinero. (Tengo dos casos en mi familia).
Además la diferencia entre el empresario español y el alemán es abismal. (Y también tengo casos cerca).
El empresario español , en cuanto que ha ganado cuatro duros lo primero que hace es comprar el Mercedes, el chalet en la playa y echarse la querida.
Y si no gana lo suficiente para mantener ese tren de vida , pues ya se sabe. O gente a la calle o a vivir en la empresa , sábados y domingos, por 900 euros.
Él no, claro, el currito al que le ha salvado la vida dándole un empleo.
> "cuando se han trasladado Españoles para integrarse en el sistema Alemán, su desempeño ha sido igual o mejor que el de los nativos"
He trabajado la mayor parte de mi vida laboral en una multinacional tecnológica. Por ello, desde los ochenta y cuando todavía no era tan habitual como ahora, he tenido que pasar buenos periodos fuera de España interactuando con mis colegas alemanes y norteamericanos, y puedo dar fe de lo correcto de esa afirmación.
Como curiosidad, cito el hecho de que los ingenieros españoles, por la enorme base que adquirían antaño durante los primeros años de carrera (cosa que ya no sucede al parecer con la proliferación de universidades con carreritas de ingeniería, Bolonias, etc.), destacaban por su llamativa capacidad de interlocución con colegas de las más diversas especialidades.