Según informa EFE el FMI señaló que aunque el respaldo a la moneda común todavía es "fuerte", hay importantes interrogantes sobre el futuro de la unión.
"En muchos sentidos, la Unión Europea y la zona del euro están en una encrucijada", afirma el FMI en su informe "Perspectivas Económicas Mundiales" publicado hoy.
Menciona, en ese sentido, que el respaldo popular al euro aún es sólido pese a las tensiones creadas por tener la costosa factura compartida de la crisis de deuda soberana en países como Grecia, Irlanda y ahora Portugal.
Aun así, el Fondo alerta de que a menos que haya un gran paso hacia una política fiscal más integrada y se asuma la responsabilidad compartida por la estabilidad financiera, el respaldo a la hora de repartir la carga de problemas ajenos podría ser "mucho menor" en crisis futuras.
El estudio añade que, de actuar de forma decidida en ese frente, la zona del euro podría disfrutar de las ventajas de unos mercados financieros verdaderamente integrados y mejor supervisados y regulados.
El informe del FMI destaca, por lo demás, la "desigual" recuperación por la que atraviesa la región, que crecerá un 1,6 % este año y un 1,8 % en 2012, una décima más en ambos casos de lo que el organismo había pronosticado en enero.
En el vagón de cola de la renqueante locomotora europea aparecen Irlanda, Grecia y Portugal, que crecen por debajo de su capacidad, y sufren una profunda y prolongada contracción de sus finanzas públicas y privadas.
Los países periféricos -denominación que agrupa entre otros a España, Irlanda, Grecia y Portugal- padecen, además, problemas estructurales más severos en el capítulo del desempleo.
Por el contrario, las mayores economías emergentes de la zona euro operan ya a plena capacidad o por encima de ella.
Por lo demás, el Fondo alerta de que persisten riesgos en la zona del euro.
A corto plazo, las tensiones relacionadas con la deuda soberana y el sector bancario en los países más vulnerables de la zona plantean una "amenaza significativa" a la estabilidad financiera y el crecimiento, advierte el FMI.
El Fondo destaca que la situación obedece a la "continua debilidad" entre las instituciones financieras de muchas de las economías avanzadas de la región, así como a la falta de transparencia sobre su exposición.
El organismo indica que la posibilidad de que los precios de las materias primas suban por encima de las expectativas es otro de los riesgos para el crecimiento.
Con todo, el FMI considera que el principal riesgo a medio plazo es que los desequilibrios fiscales y de competitividad en los países periféricos y la falta de una acción decidida para abordar las debilidades en los sectores bancarios de muchos países de la región conduzcan a un periodo prolongado de lento crecimiento.
El informe califica de "crítica" la necesidad de reducir la incertidumbre sobre la calidad de los activos bancarios, aumentar el capital de las entidades viables e identificar y solucionar los problemas en los bancos con problemas.
El FMI considera que países como España han hecho más avances en ese frente que otros.
"Es necesario resolver de forma urgente las fragilidades en el sistema financiero europeo", insiste el FMI.
En concreto, añade, la calidad de los activos en la zona del euro es "incierta" y los bancos hacen frente a vencimientos de la deuda y por lo tanto son vulnerables a las presiones de financiación en los mercados.
En opinión del FMI algunos bancos europeos afrontan serias necesidades de capital, aunque no especifica cuáles.
El organismo advierte, por lo demás, de que sin las reformas necesarias, los sistemas financieros en Europa seguirán vulnerables, el crédito podría volver a sufrir presiones y la recuperación económica resentirse.
El Fondo no ve peligros en el frente inflacionario. Anticipa, en ese sentido, que los precios sigan bajos en las principales economías avanzadas europeas y que el impacto del incremento reciente en los precios de las materias primas sea "temporal".