Lo que hay que tener claro es que hoy en día los másters y la mayoría de las carreras universitarias son una tomadura de pelo: sólo sirven para que ganen dinero quienes los imparte. Y quienes cursan esos estudios acaban en el paro, o trabajando pero ganando menos que los que empezaron a trabajar con 18 años.
Mi hijo mayor, estudiando como una bestia durante seis años para sacar Derecho y ADE, tenía varias ofertas de trabajo por escrito de primeras firmas nacionales y extranjeras seis meses antes de acabar. En una de ellas está ahora.
El que se lo curra, por lo general, lo consigue.