Pese a que sólo Libertad Digital, esRadio y pocos medios más se atreven a poner contra las cuerdas a los políticos en sus numerosas ruedas de prensa, esta vez la tónica general de la comparecencia de Salgado ha sido un goteo de preguntas incómodas para la vicepresidenta. Y no era para menos.
El cuadro de previsiones macroeconómico presentado por el Ejecutivo es tan optimista que no ha dejado opción a la complacencia en los medios congregados en el ministerio de Economía y Hacienda. Además, el número de frentes abiertos que atesora Salgado le hacía hoy el blanco perfecto y más pocos días después de que el Banco de España hiciera públicas sus propias estimaciones.
Esta ha sido precisamente una de las preguntas más insistentes que han planteado los periodistas a Salgado, ¿por qué tanta diferencia entre unas estimaciones y otras? Salgado se ha limitado a remitir a Fernández Ordoñez la pregunta: "Eso deberían planteárselo al Banco de España" y se ha negado a entrar en valoraciones. "No tiene mucho sentido contrastar nuestras previsiones", ha dicho.
Además, preguntada por las participaciones que el Frob ha comprado en su plan de reestructuración del sistema financiero. Es decir, las participaciones que poseen en las cajas españolas, Salgado se ha salido por la tangente. Una periodista extranjera planteaba a la ministra que esta situación colocaba al Ejecutivo como propietario de bancos que posiblemente se consideren "malos". "Eso todavía no lo sabemos", decía Salgado "el FROB tiene acciones preferentes o participaciones preferentes de una entidad que es matriz y que tiene algunas entidades que dependen de éstas. Si es un banco malo o un banco bueno eso no lo sabemos". Finalmente ha dicho que "eso corresponde al Banco de España". A esto, la periodista replicaba con su acento anglosajón: "Pero se trata de dinero público y usted es ministra de Economía y Hacienda". No tuvo suerte. Salgado no contestó.
Pero los problemas de la vicepresidenta económica no se circunscriben al Banco de España y su gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Valeriano Gómez tampoco debe tener buena prensa en Economía. Salgado ha contestado con cajas destempladas cuando le han preguntado por si en su previsión de tasa de paro para 2011 y 2012 habían contemplado el plan para aflorar empleo sumergido y si su ministerio y el de Trabajo ya se habían puesto de acuerdo en cuanto a si las empresas que afloren dicho empleo sumergido recibirán incentivos (como dice Gómez) o sanciones y multas (como dice Hacienda). "Ese plan todavía no se ha aprobado", ha sido todo lo que ha acertado a contestar la vicepresidenta.
Además, dice que "las reformas que se están llevando a cabo van a contribuir a la reducción de la tasa de paro. Y entendemos también que va a ser progresiva, y que hasta el año 2014 no vamos a llegar a esa tasa de paro del 16%".
De nuevo, preguntada por el optimismo notable de sus previsiones replicaba notablemente airada: "Nuestro cuadro macroeconómico es el que sirve de base a los PGE, y como dice nuestra Ley en la confección de ese cuadro tenemos en cuenta los informes del Banco de España y tenemos en cuenta la percepción de la economía" y por lo tanto "nuestras previsiones son realistas".
Preguntada por el techo de gasto –uno de los pilares de los compromisos para reducción del déficit-: "Lo que no toca es hablar ahora del techo de gasto, eso será en el mes de junio". Pasa palabra.
Más polémica: Cataluña
Salgado también ha admitido que en los últimos días se han producido hechos "que no contribuyen a la generación de confianza" como que la Generalidad haya hecho pública la carta que le remitió el Ministerio de Economía y Hacienda sobre la negociación del plan de saneamiento de Cataluña.
"No vamos a contribuir a que haya ninguna tensión entre la Generalidad el Gobierno y por tanto, sinceramente, la historia del maquillaje voy a hacer como si no la hubiera escuchado", indicó Salgado, en referencia a las afirmaciones que se han hecho desde Cataluña asegurando que Hacienda ha recomendado el maquillaje de las cifras de déficit a la Generalidad.
En definitiva, una rueda de prensa en la que Salgado ha tenido que afrontar notablemente nerviosa las preguntas comprometidas no sólo de esRadio sino también de algunos otros medios de comunicación que hoy tenían más dificultades para digerir un cuadro macroeconómico excesivamente optimista.