Según un estudio de la consultora DBK, la subida en las ventas de este sector se produjo gracias a la ventaja competitiva en precio frente a otras formas de restauración en un contexto de debilidad del consumo de los hogares.
Las ventas en mostrador, que aglutinan cerca del 90% del negocio, registraron un crecimiento del 3,4% en 2010, cifrándose en 2.285 millones de euros. En cambio, el mercado a domicilio, que se situó en 325 millones de euros, continuó con la trayectoria de descenso iniciada en 2009, en paralelo a la evolución del mercado de pizzerías.
La oferta de hamburgueserías estaba integrada al cierre de 2010 por un total de 990 locales, con unas 15 aperturas en el último año. El negocio generado por este tipo de establecimientos se cifró en 1.300 millones de euros en 2010, manteniéndose como el segmento de mayor crecimiento en términos de facturación, al aumentar cerca del 5%.
Caen las pizzas
El número de establecimientos en el segmento de pizzerías experimentó un sensible descenso en 2009, mientras que en 2010 se suavizó la trayectoria de caída, hasta situarse en 1.170 unidades operativas al cierre del año. Por su parte, la facturación conjunta experimentó una caída cercana al 5%, afectada por el cierre de locales y la tendencia a la baja en la facturación media por local, hasta cifrarse en 540 millones de euros.
Por su parte, el negocio de bocadillerías contaba con un total de 1.150 locales operativos en 2010, tras la apertura de 55 establecimientos a lo largo del año. El aumento de la oferta permitió que el valor del negocio registrara una evolución positiva en 2010, año en el que las ventas alcanzaron los 455 millones de euros, un 3,4% más que en 2009.
El resto de locales de comida rápida mostró en los últimos años un comportamiento favorable gracias al aumento de la oferta de establecimientos. Así, al cierre de 2010 este segmento estaba formado por 630 locales (35 más que en 2009), los cuales generaron un negocio de 315 millones de euros, un 3,3% más que en el ejercicio precedente.