Según las perspectivas a corto plazo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el crecimiento de las economías del G7 al margen de Japón podría alcanzar el 3% anualizado en la primera mitad de 2011, informa Europa Press.
Asimismo, la valoración provisional de las perspectivas económicas de la OCDE para las siete mayores economías del "Club de los países desarrollados", que en esta ocasión excluyen a Japón ante la dificultad de calcular el impacto del terremoto en su economía, considera probable que "la recuperación se esté convirtiendo en autosostenible".
Sin embargo, "en algunos países de la OCDE la política monetaria tendrá que afrontar el riesgo de que las expectativas de inflación puedan quedar sin anclaje", advierte la institución, que ha observado un progresivo aumento de dichas expectativas a raíz del alza de la inflación general como consecuencia del encarecimiento de las materias primas y el alza de los impuestos indirectos y precios administrados.
Por otro lado, la organización advierte de las dificultades que atraviesan las finanzas públicas de la mayoría de los países miembros, por lo que subraya que la prioridad es consolidar los presupuestos mediante planes creíbles a medio plazo que respeten el crecimiento económico.
De este modo, la OCDEinsta a adoptar reformas estructurales que estimulen el crecimiento para facilitar el cumplimiento de los objetivos de las autoridades fiscales y monetarias.
Principales riesgos
El análisis de la OCDE advierte de que, al margen del impacto derivado de la catástrofe en Japón, los principales riesgos a la baja sobre las perspectivas de crecimiento se relacionan con la inestabilidad existente en Oriente Próximo y Norte de África y su repercusión en los precios del petróleo y de las materias primas, lo que puede representar "un lastre" en la actividad económica a corto plazo.
Asimismo, la institución considera que otro foco de incertidumbre procede de la deuda soberana de los países de la periferia de la zona euro, así como de los problemas en los mercados inmobiliarios de varios países miembros de la OCDE, debido a la exposición de la banca.
Por contra, la institución destaca la aparente buena situación de los balances de las compañías no financieras, lo que podría permitir apoyar el crecimiento desde el sector privado. Además, a pesar de los altos niveles de desempleo existentes, la institución observa una mejoría en los mercados laborales respecto a lo registrado hace unos meses, lo que puede permitir una mayor contribución al crecimiento por parte del consumo de los hogares.