Decía esta semana el Financial Times que "con el paso del tiempo los españoles probablemente lleguen a apreciar los servicios que Zapatero ha prestado a este país en sus momentos de necesidad". Dos gráficos bastarán para que "apreciemos" de verdad sus servicios. El primero:
¿Se dan cuenta dónde se sitúa el punto de inflexión? Muerte y no resurrección de Zapatero: las cosas fueron "bien" mientras la orgía crediticia proseguía y empezaron a ir "mal" cuando ésta cesó. Perfecto, no seamos duros con él, puede que Zapatero no pudiese controlar la destructiva incidencia de la burbuja generada por los bancos centrales. Pero, en cualquier caso, sí podría haber controlado esto:
Fíjense. Primer acto: el gasto público aumenta ininterrumpidamente entre 2004 y 2009, consolidando un despilfarro cuya financiación dependía por entero de la burbuja. Segundo acto: los salarios aumentan especialmente en la época de crisis, cuando deberían haberse moderado para evitar la destrucción de empleo; así no es de extrañar que no vayamos a generar empleo en años. Tercer acto: con una burbuja crediticia inaudita, sin austeridad y sin liberalización de los mercados, depresión estructural.
Habrá que hacerle caso al Financial Times: Gracias Zapatero por no haberlo hecho todavía peor (sic). Y es que, pese a todo, tampoco me atrevería a asegurar si el melifluo Rajoy, merced a lo que sabemos de él hasta el momento (nada), lo habría hecho menos mal que el oportunista Zapatero. En 2012 nos enteraremos... o no.