Tendrá que hacer un artículo para distinguir lo de productividad y beneficios.
Todo obedece a una cómoda y perezosa posición de los sindicatos.
Con un nuevo modelo, ahí tiene trabajo nuestro líder cesante, o líder del cuarto oscuro, los sindicatos deberían conocer la situación de CADA empresa para ayudar a sus representados a negociar, incluso para desnegociar. ¡ Menudo trabajo!
Por lo demás, si al Señor Cayo no le entra en la cabeza lo de la competencia entre empresas, cada vez mayor por lo del transporte y la información, y que sobreviven las productivas, lo de los beneficios es temporal, estamos listos.
Sabor y aroma cada vez que un socialista abre la boca, a embriagadora estupidez colectiva.
El único sentido posible que ha tenido siempre la empresa no es la creación de trabajo sino, al contrario, su ahorro. Máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo. El trabajo es una necesidad, pero no una virtud. La virtud es la producción. Luego pretender ligar los beneficios (rendimiento) a la creación de empleo (mayor trabajo, mayor esfuerzo) es un contrasentido antieconómico, un disparate colosal. Así que reconduzcamos como es debido el aserto: el sentido que ha tenido siempre la empresa es la producción. Otra premisa importante que ni el mismo Cayo negaría en su fuero interno es que la riqueza pertenece a quien la produce, por tanto, cada cual la destina a lo que le da la gana y no es una barbaridad que no la dedique a financiar un trabajo que se puede ahorrar.
Pero lo de don Cayo es la sublimación del robo, es decir, el socialismo, delincuente por definición. Se trata de robar como sea y al precio que sea, porque es más cómodo vivir del cuento que produciendo algo útil y valorado en un mercado libre. Aunque sea al precio de alentar una economía secuestrada e ineficiente y millones de parados. En una economía ladrona, socialista, el sentido de la empresa es crear empleo (cosa harto sencilla: destrúyanse las máquinas y habrá trabajo y miseria a mansalva, luego culparemos al capitalismo explotador y los sindicatos comenzarán a crear paro) como el sentido del GULAG es crear esclavos o el sentido de la política es crear dependientes. En una economía libre, justa, es en cambio el desempleo de recursos productivos el que crea la empresa; por eso es la antítesis del paro.
Negar la libertad, el socialismo, no es una posición política, es un DELITO que causa terribles sufrimientos; y como tal debe ser perseguido y castigado.