Lo mismo ocurre desde hace años en los retales del antaño conocido con Sistema Nacional de Salud con los facultativos. Aquí se impone la jubilación obligatoria a los 65 años, cuando la mayoría de los médicos a esa edad están en plenitud de facultades y con una experiencia acumulada valiosísima, concediéndose la prórroga hasta los setenta años de forma absolutamente discreccional y arbitraria precisamente a los que a lo largo de su trayectoria se han mostrado más trepas, más políticamente significados con quien corresponde y más y mejor se han arrimado a los gerentes de turno. Lo de siempre: al amigo hasta el culo, al enemigo por el culo y al indiferente se le aplica la legalidad vigente.
D. José, con estos, ya se sabe. La Ley: Ni dirigida al bién común, ni estable, ni suficientemente promulgada ni etc. etc. etc. Si es que no estamos para que nos ordenen, sino para que "nos esquilen, (tondre i esquellen ) y esquilmen". ¡VALE YA!