Me gustaría saber de dónde diantres se saca la señora Salgado eso de que la economía española tiene margen para aguantar una subida de los tipos de interés, porque yo ese margen no lo veo por ningún sitio. Quizá nuestra flamante vicepresidenta económica se cree que cuando el Banco Central Europeo empiece a encarecer el precio del dinero se va a limitar a hacerlo en un cuarto de punto porcentual, o en medio punto a lo sumo, desde el nivel actual del 1%. En ese caso, por supuesto, la economía española, y cualquier economía del mundo, tiene esa capacidad de absorción de que hace gala Salgado. El problema es que cuando los tipos de interés empiecen a moverse al alza, no van a parar ahí, ni mucho menos.
Antes de hablar, la señora Salgado debería tener en cuenta que, en la zona euro, en estos momentos los tipos de interés están en niveles históricamente bajos con el fin de facilitar tanto el saneamiento de las entidades financieras europeas como la salida de la crisis. Pero ese no es, ni mucho menos, su nivel normal. Más bien, dicho nivel se encuentra en el entorno del 3%. Pero, como digo, eso es en circunstancias normales y el panorama de precios al que se empieza a enfrentar la zona euro dista mucho de ser normal, en parte porque en el horizonte comienzan a aparecer amenazas inflacionistas en forma de altos precios del petróleo, de las demás materias primas y de los alimentos; en parte porque la recuperación de las principales economías europeas, con Alemania y Francia a la cabeza, pueden generar tensiones inflacionistas si los tipos de interés siguen en el nivel tan bajo en que se encuentran en estos momentos. En consecuencia, no cabe esperar que el precio del dinero se incremente en un cuartillo o en medio punto nada más. Eso será en abril o mayo, cuando los mercados prevén que el BCE empezará a endurecer su política monetaria, pero a ese movimiento seguirán otros. ¿Hasta dónde? Pues si tenemos en cuenta que la banca española empieza a aplicar a los préstamos hipotecarios un interés del Euribor más tres puntos, y que el Euribor está en estos momentos en torno al 1%, lo que está anticipando el mercado es una subida de tipos por parte del BCE hasta niveles próximos al 4%, o sea, alrededor de tres puntos porcentuales. ¿Cuenta la economía española con capacidad para absorber dicho incremento? No.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que en cuanto el BCE empiece a subir los tipos de interés, el Euribor va a variar en la misma dirección y en la misma cuantía en que lo haga el precio del dinero. La consecuencia para la economía española es obvia: el encarecimiento de la letra del piso, lo cual va a colocar a muchas familias en una situación económica muy difícil, con lo que es probable que volvamos, con más crudeza que antes si cabe, al problema de los impagos de las hipotecas y las consecuencias que ello va a acarrear para nuestro más que maltrecho sistema financiero. Además, la combinación de mayores tipos de interés con precios más altos del petróleo, las materias primas y los alimentos y con las subidas de impuestos que ha llevado a cabo el Gobierno, más las que todavía pueden venir, lo único que hacen es deprimir más y más la capacidad de gasto de los hogares. Si, además, los salarios tienen que dejar de subir con la inflación para ligarse a la evolución de la productividad, la pérdida de poder adquisitivo está servida. De esta forma, lo que le espera a nuestra economía es un largo periodo de bajas tasas de crecimiento porque el consumo no va a funcionar, y mucho menos aún si los tipos de interés suben. Lo cual tiene repercusiones bastante negativas para el presupuesto.
Con tipos de interés al alza, un crecimiento económico estancado y un déficit presupuestario que sigue por las nubes, lo normal es que se encarezca la financiación del mismo, es decir, que haya que dedicar más y más dinero a la partida de intereses de la deuda, lo cual no sólo impide corregir el déficit sino que lo amplía. Por supuesto, en este contexto, lo que hay que hacer es recortar el gasto público en todos los niveles de la Administración, pero aquí hay muy pocos que estén por la labor. Dicho de otra manera, el incremento del precio del dinero se convierte en un serio obstáculo para resolver nuestra crisis fiscal, cuando no en un agravante de la misma.
En estas condiciones, ¿tiene la economía española margen para absorber una subida de tipos, como dice la señora Salgado? Francamente, yo no lo veo por ningún sitio. Más bien lo que percibo es que el encarecimiento del precio del dinero será un paso más hacia el desastre al que nos encaminamos a marchas forzadas mientras no haya un cambio de dirección en la política económica, en todos los sentidos de la expresión.