Espléndido, Emilio, espléndido articulo. Afortunadamente, dentro de este maravilloso grupo de comunicación (modesto, pero grupo, al fin y al cabo) rápidamente se han alzado algunas voces contra la tentación de dejarse llevar por los prejuicios (justificados) contra los controladores, voces que han argumentado sólida, detallada y lógicamente el porqué de su postura. Esta vez, Federico y César se han equivocado (son humanos, como todos) y, con ellos, otros como Somalo, Mario Noya, Cristina Losada y Pablo Molina (gravemente ofuscados estos dos por ser víctimas directas del caos creado el viernes). Parece mentira que mentes tan lúcidas como las suyas hayan caído en la trampa, pero es cierto. Esto demuestra el peligro sin igual que un PSOE en el Gobierno dirigido por Rubalcaba tiene para una democracia tan frágil como la nuestra. Un abrazo para ti, para Gabriel Albiac, Asís Timmermans y, por supuesto, para el gran Luis del Pino. Algún día, alguien tendrá que dedicarle el homenaje que se merece tras aparecer en la redacción de LD para explicar la mayor estafa de la historia de este país: el 11-M.
Yo también apoyo a Don Emilio y a Don Luis del Pino en su discrepancia con la línea editorial de LD. Enhorabuena por su independencia y libertad de criterio.
Detrás de este asunto hay, sin duda, más de lo que parece. El tiempo dirá...
Su artículo me da pie para poner un día más de manifiesto lo que llevo escrito en varios blogs de LD en los últimos días. Lo menos que se puede decir de este gobierno es que son una panda de inútiles. Además, que han mentido a la sociedad española diciendo que el conflicto con los controladores se había acabado, que había suficientes controladores militares para sustituirlos, que estaban formando a controladores civiles... Todo mentira. Pero se puede decir algo más, aún a riesgo de que César Vidal y demás gentes de este grupo editorial nos califiquen, con el desprecio y la soberbia de que han hecho gala estos días, de conspiranoicos. Se puede decir que el gobierno sacó el decreto ley del pasado viernes convencido de que iban a ganar el pulso a los controladores, pese a imponerles unas condiciones laborales por cojones, que diría la inefable Leire Pajín. Y convencidos, además, de que si los controladores reaccionaban como lo hicieron -algo muy previsible conocidas las formas que se gastan este grupo de privilegiados- ganarían la batalla de la opinión pública
aprovechándose de la justificada ira de los cientos de miles de afectados y de las bajas pasiones de un pueblo como el español donde la envidia, como se ha dicho muchas veces, forma parte de sus principales pecados capitales.
Pero si a los controladores no les importó el perjucio que causaron a los usuarios, tampoco le importó al gobierno, ya que de lo contrario habría solucionado el conflicto de otra manera o, al menos, habría pospuesto el famoso decreto ley para otro momento.
Pero nada, al final todos con el gobierno y todos contra los controladores. Como si este gobierno -Zapatero, Rubalcaba, Blanco- fueran unos "salvapatrias" y unos benditos. ¡Pero que ingenuidad!
Al final, el resultado es que estamos en estado de Alarma, con los derechos restringidos, y utilizando al Ejército español de forma torticera y peligrosa. Sentando un precedente que puede tener consecuencias insospechadas.
Bravo y bravo. Y seguimos hablando de lo malos que son los controladores -que al final saldrán de rositas porque no hay más remedio que pactar con ellos- y diciendo que el gobierno hizo lo que tenía que hacer. He llegado a pensar, tirando del sabio refranero español, que al final los extremos se tocan.
Y un apunte final. Llegarán a convencernos a todos de que la culpa es sólo del PP, de Aznar, de Cascos, de la derechona, que diría Zarrías.
A veces es que nos ponemos de un estupendo que da asco.
Don Emilio, mi más cordial enhorabuena.
Ha dicho usted eso que muchos llevamos diciendo, con más torpeza, todos estos días y que ha motivado que algún columnista de esta casa - Pablo Molina- nos insultara.
Ese es el resumen exacto de los abusos supuestamente legales que venimos denunciando los que nos hemos leído los RDL de febrero y el Decreto del viernes pasado. Eso y no otra cosa.
Muchas gracias.
Yo me quedo con la cara de pasmo, asombro, perplejidad, estupefacción, por un lado, y de cabreo, enfado, fastidio y enojo, por otro, de Blanco y de los socialistas, cuando Rajoy dijo que era un "perfecto inutil". Luego Rajoy lo aclaró, pero el efecto estaba conseguido. Y el efecto es primero, que la izquierda no está acostumbrada que le traten como ella trata a la derecha (asombro), y segundo, que la izquierda sabe que si eso ocurre, está perdida (cabreo). Si la derecha atacara a la izquierda con sus mismas armas (petulancia, prepotencia, chulería y agresividad), ésta sería derrotada, y los del PSOE lo saben. Los socialistas saben que toda su fuerza se basa en la hiperlegitimidad de la que gozan para hacer lo que le da la gana y decir lo que le da la gana, mientras la derecha no puede. Toda una revelación, la vivida en el Congreso, de la que muchos del PP no extraerán ninguna lección.
¡ Che D. Emilio !. Pués sí que estamos bién. Ande... que en lo de "añorar" a "la seña Malení", se ha pasado Vd...... unos veinte pueblos. Quizás sea, que anda Vd. sobrado de "maravedies", porque lo que nos están costando las risitas a los "pagano-subditos".......¡VALE YA!