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Jorge Valín

Los Gobiernos han matado el Estado del Bienestar

España, y Occidente entero, van hacia el mismo camino. Un lugar donde vivirán cuatro ricos con una inmensa población dependiente del Gobierno y tan pobre como podía serlo la Unión Soviética.

Son esas contradicciones de la vida. El peor enemigo del Estado del Bienestar no es el liberalismo, ni los musulmanes fanáticos, ni codiciosos empresarios, ni los chinos, ni el cambio climático. El más destructivo enemigo del Estado del Bienestar ha resultado ser su padre: el Estado y los políticos. Observemos las contradicciones a las que asistimos.

Zapatero fue elegido como el gran humanista del socialismo. Subvenciones y dinero para todos. Su objetivo era convertirnos en yonquis del Gobierno, en adictos a la beneficencia estatal con pisos de protección oficial, rentas básicas, más súbditos de desempleo y leyes de dependencia.

En la otra parte del charco, Obama fue elegido exactamente por lo mismo: el gran pacifista, el que crearía una seguridad social americana a la europea. Incluso, al igual que ZP, el gran mecenas de las empresa ecológicas. Ambos dirigentes, idénticos en casi todo, han sido el matador del Estado del Bienestar.

Incapaces de hacer frente al gasto descomunal de su incompetencia, nos enfrentamos a las contradicciones de los Gobiernos occidentales. Los socialistas empiezan la primera ronda de recortes: reducción del suelo de los funcionarios un 5% y congelación en 2011; suspensión para el año que viene de la revalorización de las pensiones; eliminación de la deducción por vivienda, reducción en la inversión pública, etc. El miércoles el Gobierno anunció la supresión del PER nacional de los 426 euros y algunas privatizaciones parciales. Casualmente, el día que viene una alta funcionaria del Tesoro Americano a España. ¿Dirá esta vez Zapatero que ha venido a felicitar las navidades al Rey?

En Estados Unidos, Obama congela el sueldo de los funcionarios civiles durante dos años. Los militares se salvan. Probablemente haga más recortes para el año que viene.

En Irlanda y Portugal van a subir el IVA al 23%. Aquí es cuestión de tiempo que hagan lo mismo con estos presupuestos irreales. También aumentarán los impuestos especiales y el copago de la sanidad, tarde o temprano, caerá sobre nuestras espaldas. Seguirán llamado a esta situación Estado del Bienestar porque habrá subsidio de desempleo aunque muy por debajo del mínimo para sobrevivir. Seguirá existiendo una pensión pública que se esfume la primera semana de mes; y evidentemente habrá gente tan ciega que seguirá dando soporte a los políticos y Estado por sus cantos de sirena. El Estado del Bienestar ha significado la práctica quiebra del país.

¿Qué tipo de mundo hemos creado? Esto no es un Estado del Bienestar ni capitalista. Es una tiranía donde una parte la sociedad cada vez más grade paga los excesos de una minoría. Las fortunas europeas ya se van a toda prisa a países como Hong Kong y Singapur. El inversor y empresa extranjera nos ven como una nación subdesarrollada. Tenemos que aumentar la rentabilidad de la deuda para conseguir financiación.

España, y Occidente entero, van hacia el mismo camino. Un lugar donde vivirán cuatro ricos con una inmensa población dependiente del Gobierno y tan pobre como podía serlo la Unión Soviética. Occidente se está sovietizando con más Gobierno, más regulaciones, más impuestos y menos libertad. Los políticos no están para ayudar al ciudadano. Miren a Zapatero esta semana. Regaló 13 millones de euros a las pymes, pero no de aquí, sino de África. En Galicia la policía ronda los pubs y ponen multas a los empresarios porque sus clientes se atreven a bailar, lo que contradice la ley de pubs.

Toda la gran mentira del Estado del Bienestar y los derechos sociales conseguidos fueron y son una excusa para aumentar el corporativismo de Estado, hacerlo crecer, y vivir de nosotros bajo unas ilusiones de progreso –le llamaron "progresismo"– que sólo han beneficiado a una élite. Han convertido la democracia en una oligarquía política. Incluso en el despotismo ilustrado, los gobernantes al menos trabajaban "por el pueblo" aunque fuera sin él. Ahora, y como hemos visto con las medidas de Grecia, Irlanda y España, somos nosotros que trabajamos para el Estado a cambio de nada. Hemos vuelto a la era de los faraones. Los esclavos somos nosotros. El faraón son los políticos, rentistas estatales y toda la maquinaria gubernamental.

Los socialistas afirmaban que no se podía instaurar un estado liberal debido a los traumas a corto plazo que esto causaría. La crisis nos está mostrando que para seguir con el Estado del Bienestar el sacrificio será mayor y el futuro más lúgubre y pobre. Los que se negaban al cambio liberal por el "trauma" que podía causar, ya no tienen excusa. Habrá dolor. La cuestión es: ¿queremos mantener el mismo Estado corporativista de influencias, corrupción y compra de votos, o un futuro más libre con menos Gobierno, menos estado policial y más libre?

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