El bloguero Sete de mi blog de La Razón me dio la pista de un artículo que firmó Carlos Prieto Madrid en Público, en el que a propósito de un libro de Silvia Federici asegura: "El capitalismo nació recurriendo a la violencia extrema. Del comercio de esclavos a la caza de brujas (...) se inventó el trabajo asalariado (...) Las mujeres quedaron confinadas a los muros del hogar".
La idea de que el capitalismo es particularmente violento se remonta al propio Marx en el penúltimo capítulo del primer libro de El Capital, en el que afirma que el capitalismo "nace chapoteando sangre y lodo, de la cabeza a los pies". Independientemente de los aspectos concretos del libro de la profesora Federici, que no he leído, me interesa destacar que el señor Prieto Madrid continúa la vieja tradición y no es capaz de situar esas afirmaciones bajo una luz crítica y la consideración de la historia y las alternativas.
¿El capitalismo nació recurriendo a la violencia extrema? ¿Y el Imperio Romano? ¿Y la propagación del islam? Y sobre todo: ¿y el socialismo? ¿Cómo nació y se desarrolló el socialismo? ¿No hubo, y hay, cazas de brujas y opresión en los regímenes anticapitalistas desde 1917?
Sin negar los desmanes perpetrados en los países llamados capitalistas, ¿cómo definir el llamado socialismo real, un sistema bajo el cual cien millones de trabajadores fueron asesinados en el último siglo? Si eso no es "violencia extrema" ¿qué es?
La prédica habitual de la izquierda es demonizar el capitalismo y pasar ágilmente por encima de la violencia no capitalista. Un ejemplo es la condena persistente del trabajo asalariado, como si fuera la peor situación posible para los trabajadores. Otra vez, don Pedro ¿comparado con qué? ¿Con el esclavismo, quizá, o con la servidumbre?
Otras dos distorsiones en las palabras del señor Prieto Madrid tienen que ver con las mujeres y los esclavos. Es notable que diga que con el capitalismo las mujeres quedaron confinadas en el hogar, cuando sucedió lo contrario. Y en cuanto a la esclavitud, que llevaba cientos de años de existencia, convendría recordar que el capitalismo no sólo no la inventó sino que en la época de su supuestamente terrible apogeo, el siglo XIX, la esclavitud fue abolida.