Los grifos de Greenspan estuvieron demasiado abiertos durante demasiado tiempo. Cuando quiso hacer algo para revertir el proceso de degradación de la liquidez de todo el sistema bancario, ya era muy tarde.
gracian dijo el día 6 de Octubre de 2010 a las 18:31:
Pues permítame que aproveche para hacerle una observación aquí a cuenta de su artículo "Contra la megafilantropía" publicado en el suplemento "ideas" la semana pasada, habida cuenta que allí no es admisible dicha opción.
(Por cierto, ¿no se contribuiría más eficazmente al debate y difusión de las "ideas" si se abriera o habilitara la posibilidad de comentarios en el suplemento? ...)
A lo que iba, creí advertir en su queja que por lo demás comparto en su integridad cierto sabor conocido que me inquietó.
Me explico, latía en su razonamiento un indisimulado paralelismo con las tesis de los mercantilistas y fisiócratas a cuenta de la necesidad de evitar la libre circulación del oro y con ello su interés en atesorarlo indefinidamente con los graves perjuicios que a ello se siguieron y que Hume supo desmontar con brillantez.
Y es que, a mi entender, nada perjudica al mundo económico la megafilantropía, antes bien, deja abierta una ventana de oportunidad para aquellos que sepan actuar en consecuencia y pretendan ocupar el lugar que tácitamente les están ofreciendo tan ineficientes prestadores de servicios.
Su crítica a mi entender es perfectamente asumible en términos morales o si lo prefiere es una lúcida denuncia de ese pensamiento débil a que nos enfrentamos cada día y entendida en tales términos la suscribo de cabo a rabo, ahora bien, no acaba de convencerme en lo que tiene de denuncia de los supuestos riesgos económicos que pretende atisbar en el horizonte y que yo no percibo
Por otro lado discrepo abiertamente en su defensa de la transmisión íntegra de la herencia a la descendencia como cuasiderecho de ésta. Triste realidad a mi juicio que en no pocos países se impone coactivamente por el Estado sobre la voluntad del propietario actual de los bienes.
Buffet, muy probablemente tiene el problema de que sólo puede librarse del 50% de su capital sino quiere ser demandado por sus herederos y acreedores y esto choca con su libertad de disposición me temo. Por otro lado en su iniciativa se aprecia según intuyo cierto ánimo de incentivar a su descendencia al obligarla a afrontar la vida desde cierta escasez que la estimule a mejorar en vez de una autosatisfecha y generalmente esterilizante autocomplacencia en lo recibido.
Desde esta óptica es obvio que por paradójico que pueda parecer se garantiza mejor la continuidad de su legado si se permite a Buffet despatrimonializar o desheredar a su descendientes que si se le garantiza a ésta la transmisión directa de la totalidad de su herencia. Y a tal efecto mantener durante generaciones esa norma de conducta muy probablemente pueda servir para asentar en el tiempo mayor prosperidad familiar, pues es una máxima de la experiencia humana que lo logrado por propio esfuerzo siempre se aprecia de modo preferente a lo obtenido por regalo.
Pues permítame que aproveche para hacerle una observación aquí a cuenta de su artículo "Contra la megafilantropía" publicado en el suplemento "ideas" la semana pasada, habida cuenta que allí no es admisible dicha opción.
(Por cierto, ¿no se contribuiría más eficazmente al debate y difusión de las "ideas" si se abriera o habilitara la posibilidad de comentarios en el suplemento? ...)
A lo que iba, creí advertir en su queja que por lo demás comparto en su integridad cierto sabor conocido que me inquietó.
Me explico, latía en su razonamiento un indisimulado paralelismo con las tesis de los mercantilistas y fisiócratas a cuenta de la necesidad de evitar la libre circulación del oro y con ello su interés en atesorarlo indefinidamente con los graves perjuicios que a ello se siguieron y que Hume supo desmontar con brillantez.
Y es que, a mi entender, nada perjudica al mundo económico la megafilantropía, antes bien, deja abierta una ventana de oportunidad para aquellos que sepan actuar en consecuencia y pretendan ocupar el lugar que tácitamente les están ofreciendo tan ineficientes prestadores de servicios.
Su crítica a mi entender es perfectamente asumible en términos morales o si lo prefiere es una lúcida denuncia de ese pensamiento débil a que nos enfrentamos cada día y entendida en tales términos la suscribo de cabo a rabo, ahora bien, no acaba de convencerme en lo que tiene de denuncia de los supuestos riesgos económicos que pretende atisbar en el horizonte y que yo no percibo
Por otro lado discrepo abiertamente en su defensa de la transmisión íntegra de la herencia a la descendencia como cuasiderecho de ésta. Triste realidad a mi juicio que en no pocos países se impone coactivamente por el Estado sobre la voluntad del propietario actual de los bienes.
Buffet, muy probablemente tiene el problema de que sólo puede librarse del 50% de su capital sino quiere ser demandado por sus herederos y acreedores y esto choca con su libertad de disposición me temo. Por otro lado en su iniciativa se aprecia según intuyo cierto ánimo de incentivar a su descendencia al obligarla a afrontar la vida desde cierta escasez que la estimule a mejorar en vez de una autosatisfecha y generalmente esterilizante autocomplacencia en lo recibido.
Desde esta óptica es obvio que por paradójico que pueda parecer se garantiza mejor la continuidad de su legado si se permite a Buffet despatrimonializar o desheredar a su descendientes que si se le garantiza a ésta la transmisión directa de la totalidad de su herencia. Y a tal efecto mantener durante generaciones esa norma de conducta muy probablemente pueda servir para asentar en el tiempo mayor prosperidad familiar, pues es una máxima de la experiencia humana que lo logrado por propio esfuerzo siempre se aprecia de modo preferente a lo obtenido por regalo.