Ha dado en el clavo. Tanto la CEOE como UGT y CCOO representan esquemas caducos. La sociedad y la economía han cambiado mucho, y esas organizaciones ya no son representativas; el llamado diálogo social (cuando oigas algo con el apellido "social", has de sustituirlo por "socialista" para entender su verdadero significado) es un camelo; los convenios colectivos, un abuso que no tiene en cuenta las innumerables diferencias entre unas empresas y otras.
A los sindicatos de la hoz y el martillo les gustaría que la sociedad siguiera siendo la misma que hace cincuenta años (o tal vez, cien años), porque en la sociedad actual pintan tanto como un parlamento de aristócratas y clérigos. Están cada vez más desorientados en la nueva economía de servicios y basada cada vez más en la información y el conocimiento, la mayoría de los trabajadores les dan la espalda y ellos lo saben. Falangistas como Arrese o marxistas como Méndez, los corporativistas anti-liberales han hecho mucho daño impidiendo la flexibilidad en el mercado laboral, y nos han traído estas pavorosas tasas de desempleo. Toda esta herrumbre socialista tiene que venirse abajo de una vez por todas. Necesitamos nuestra "perestroika" particular.
<El 29-S se deslegitimó, una vez más, una sociedad concebida corporativamente y emergió en su lugar el poder de autodeterminación de los ciudadanos que consiguieron liberarse de las presiones violentas de los "sindicatos">.
¿ Qué es esto, un titular para la posteridad?. Que este es el prototipo de una crónica para una historia ideológica es algo que las "víctimas de la memoria histórica", es decir, los asesinos, han aprendido bien. Con la lección en la mano se anticipan a dejar bien inscrito, lo que fue el pasado. Ni siquiera es propio, pero eso sí, tiene el mérito de elevar a verdad histórica el titular del propio periódico que uno lee.
Mucho menos es verdad: la administración de la huelga no ha sido un fracaso, dígase mejor como Corbacho: desigual según qué sectores y moderada en su seguimiento. Lo que si es verdad, probablemente, es el fracaso no de los sindicatos, pero sí de los trabajadores. ¿ Qué se espera va a cambiar de la reforma laboral? Nada, y principalmente nada porque el problema no es tanto de Zapatero sino del aislamiento de la izquierda en Europa para afrontar la crisis. Zapatero ha elegido España antes que él mismo: la confianza de España en Europa. Zapatero ha elegido el instrumentalismo antes que el personalismo. El color ideológico se destiñe cuando es más conveniente, como con los impuestos, por la decisión útil. Esta huelga enfocada desde dentro, es un error. Y debería enfocarse el -mérito- de Zapatero en la elección del "mal menor", a pesar de los trabajadores. En esto, como al final todo tribuno popular, como el mismo Cola de Rienzo, se ha comportado como cualquier líder burgués "progresista".
Aunque "la lucha sindicalista" sea la imagen ideológica en la que se intentan inscribir los sindicatos actuales, también sería y es un gran error deslegitimar la acción directa por la mera forma de la "violencia". Cómo si ésta, bien como última ratio, no tuviese altas funciones en la historia y no surgiese de un latido común popular,antes que político, de insatisfacción y necesidad.
PD: Seamos serios y no hablemos de fascismo tan ligeramente...¡que ya somos mayorcitos!