Estupendo artículo, Juan Ramón. A ver si con el mismo algunos aclaran sus disparatadas ideas aunque tal vez sea misión tan imposible como que un socialista reniegue de las subvenciones, de los liberados o del estado supuestamente redentor y benéfico.
Ya sé que una opinión es una opinión, pero me gustaría que alguien como usted reflexionase sobre la tendencia dirigista a eliminar trabajos de poco horario de permanencia y vacaciones largas, cuando, en un país del tamaño de España, unas vacaciones largas -aunque un mes menos de salario, por ej-, como las escolares de antes, permitirían a las personas moverse geográficamente con más facilidad, sin romper tantos lazos con sus tierras de origen.
Muy de acuerdo en todo.
Como humanista, creo que los economistas tienden a menospreciar ciertos aspectos de la psicología humana que inciden directamente en la economía. El primer aspecto y más importante es el de los valores: sociedades de valores empobrecidos (o cuyos políticos desconocen lo que son siquiera los valores) causan el fracaso de teorías económicas y/o sociales. Así el comunismo es utópicamente una teoría muy bonita, pero impracticable debido a valores positivos como la ambición o a valores negativos como la envidia. Así el liberalismo queda lejos de ser realizable en forma perfecta debido a valores negativos como la envidia.
El segundo aspecto es el miedo. El miedo es quizás una de las cuestiones que más destrozan el buen funcionamiento económico de un Estado. Por miedo al futuro, por incertidumbre e inseguridad, entregamos el dinero al Estado para que nos lo administre y luego nos devuelva migajas. Pero también por miedo no somos capaces a apoyar sistemas como el que propone (aunque yo firmaría ya), y le digo por qué: tengo miedo a que en un sistema así, en el que puedo hacer que el dinero que me quitan trabaje para mí, un cambio de gobierno por el capricho de gente envidiosa que no hubiese sabido administrar el suyo (hay mucha) hiciese tabula rasa y en un corralito se llevasen el dinero que me había costado tanto ahorrar e invertir y lo repartiesen de nuevo. Y no me diga que no es posible... Zapatero ya ha metido mano en la hucha de las pensiones y ninguna ley se lo ha impedido. No es lo mismo, de acuerdo, pero sé que en 30 o 40 años de trabajo, a la cigarra las hormigas se la pueden comer viva sólo por envidia...
Dicho esto, ¿por qué Aznar no hizo una cláusula para la hucha de las pensiones que dijese que al que metiese la mano habría que cortársela o en su defecto, meterlo a la cárcel?