La unidad de mercado no existe en España. El diseño de España es nacional socialista, y ni los primeros ni los segundos toleran la libertad de las personas ni de las empresas. Después se inventan derechos estúpidos para justificar sus violaciones de los derechos de la persona. Como el derecho a asesinar fetos mientras no se tiene derecho a guardar o gastar el prodcuto del propio trabajo sino que el estado decide por nosotros en qué lo malgasta.
El número de especies de un ecosistema disminuye en razón logarítmica con el número de barreras nuevas que se alzan. Así, p. ej., cuando construimos una autopista en medio de una selva podemos estar seguros de que eso afecta a la diversidad, pues se alteran los flujos energéticos y de información que sostienen ese ecosistema. Como es logarítimica, pocas barreras casi no afectan, pero hay un un nº crítico rebasado el cual el efecto se hace notar grandemente y se produce un vuelco catastrófico en la trama vital.
La economía es otro ecosistema vital; soporta perfectamente algunas trabas administrativas, pero a partir de un nº hay un cambio de estado catastrófico. Viéndolo de otra manera: una economía nunca logra prosperar si no hace lo posible por retirar las barreras artificiales e innecesarias. En España eso va a ser dificil: los políticos han dividido el territorio con cercas para poder controlar mejor sus rebaños, y la diversidad humana ha quedado reducida a una sola especie: ovejas (las pocas cabras van quedando aisladas y sucumben solas)
Es decir, que la solución al problema podría ser garantizar la libre competencia entre comunidades y que las más intervencionistas se vean sometidas a la presión del éxito de las más liberales.
Esto implica un estado federal, asumiendo cada comunidad la gestión de sus ingresos y gastos, de forma que tengamos identificado quién nos cobra, cuánto y por qué.
Los cambios que funcionan son los evolutivos.
Nos guste o no, esto es lo que hay y sobre ello hay que trabajar, hacer política.
Si te dan un limón, haz una limonada. Si tenemos un país dividido, asignemos a cada uno la responsabilidad del ingreso y del gasto y allí donde sea posible aplicar, a tope, políticas liberales.
Estado federal, ya.