[Galland] Dice vd. que "aún no sé qué pensar al ver que los jóvenes que llegan a este mundo se lo encuentran "ya repartido", es decir, todos los terrenos tienen su dueño, y cambian de manos merced al dinero o la herencia ¿es eso completamente justo para el recién llegado?"
Pues sepa vd. que eso sí es completamente justo para el recién llegado.
Para empezar, los jóvenes "recién llegados" no se encuentran "todo ya repartido", porque eso significaría caer en la falacia de la "riqueza constante", pensar que hay un cupo constante de riqueza y que lo que unos ganan lo hacen siempre a costa de lo que otros pierden.
La realidad no es así: la riqueza se crea y se destruye. Se crea, por ejemplo, mediante el trabajo (simplificando: quien no trabaja, no crea riqueza y, por ende, no cobra el correspondiente salario; quien sí trabaja, crea riqueza con su salario, de modo que gana un dinero en compensación). Se destruye mucho más fácilmente (cualquier accidente sirve para destruir grandes cantidades de riqueza).
Ese dinero que la persona ha ganado en pago por la riqueza que ha creado no forma parte de ese "pastel ya repartido", puesto que se trata de riqueza nueva. Con esa riqueza, el "recién llegado" pasa a poder comprar "trozos" de ese "pastel" que supuestamente estaba "ya repartido". Como ve, el nuevo no ha quedado excluido en absoluto, como sí habria sido de ser cierto lo del "reparto previo".
Por otra parte, parece que cita como formas reprobables de transmisión patrimonial la herencia y "el dinero" (es decir, la compraventa de bienes). Aparte de estas, caben otras tres formas de transmisión patrimonial, que son la donación, el robo (donde incluyo también el pago de tributos) y la expropiación forzosa (donde incluyo también el embargo). Digo que sólo hay estas formas de transmisión porque:
- La herencia es la transmisión patrimonial por fallecimiento del propietario. Puesto que los bienes no pueden quedar sin dueño ninguno, la transmisión debe siempre realizarse a alguna persona, sea física o jurídica, incluido el Estado si es que los herederos rechazasen la herencia. Logicamente, no cabe contrapartida ninguna para quien da bienes en herencia, puesto que ha fallecido.
- La donación y la compraventa son formas de transmisión patrimonial contando con la voluntad del propietario de deshacerse de esos bienes, en el primer caso sin contrapartida y en el segundo a cambio de una contrapartida que le parezca aceptable.
- El robo y la expropiación son formas de transmision patrimonial que se efectúan en contra de la voluntad del propietario de deshacerse de esos bienes, en el primer caso sin contrapartida (incluyo el pago de tributos entendido como "pago forzoso sin contrapartida", aunque podría debatirse sobre si los tributos sí tienen como contrapartida los servicios públicos; considero que eso no es así puesto que tal contrapartida no forma parte de la transacción en sí) y en el segundo a cambio de una contrapartida, da igual que le parezca aceptable o no al dueño de los bienes (incluyo el embargo puesto que se trata de una forma de expropiación forzosa que, aunque motivada por el impago por parte del dueño de los bienes embargados, sí tiene como contrapartida el importe de los bienes embargados, con el que se tratan de saldar las deudas que motivaron el embargo).
De modo que ya me dirá vd. qué tiene de malo que, al morir alguien, haya herederos que se hagan cargo de sus bienes, o que se realicen intercambios patrimoniales por medio del dinero (que no es sino un medio de intercambio de bienes).
Pero también dice que "es la única razón lógica que he escuchado para defender cosas como el impuesto sobre el Patrimonio".
Personalmente, no termino de ver en qué forma un impuesto al patrimonio pueda favorecer que los "recién llegados" accedan más fácilmente a un "trozo del pastel": sin ese impuesto, cualquier adquisición patrimonial que ese joven haga costará lo que cueste ese patrimonio que adquiere; con el impuesto, el coste de adquisición sube porque ya no cuesta sólo lo que vale el patrimonio sino también lo que grava el impuesto.
Por otra parte, la riqueza recaudada no revierte en esos jóvenes sino en el Estado, único beneficiado por ese impuesto redundante (y es redundante porque ese patrimonio ya pagó impuesto de renta al ganarse el dinero con el que se compró, pagó impuesto de transmisión patrimonial al efectuarse la compraventa, y ahora pretenden que ese mismo patrimonio siga pagando impuestos por el mero hecho de existir).
Habrá quien alegue que el impuesto facilita la "redistribución de riqueza", pero entonces llega la realidad y nos demuestra que de redistribución, nada. El dinero se lo queda crudo el político de turno, y lo único que llega a la gente es una especie de "graciosa concesión" que el gobernante concede a algunos privilegiados.
En definitiva, ese impuesto que obliga a pagar constantemente dinero por tener posesiones, sólo sirve para ayudar al gobernante a engordar su bolsa de votos cautivos. La prueba la tenemos ante nuestros ojos: ¿Qué recortes ha hecho ZP? Ha cortado justo las prebendas que "concedió graciosamente" con dinero que no era suyo, naturalmente a cambio de votos (recuerde que pretendió vender esos privilegios como "nuevos derechos"; si él mismo creyese que realmente eran "derechos", los habría respetado; como sabe que no lo son, los corta -y bien cortados, todo sea dicho- a las primeras de cambio)
Un saludo.
Galland, siempre ha ocurrido lo que comentas, sin ir mas lejos creo que es el pecado original, Adan se comió la manzana, puede ser una metáfora de la posesión...
En el fondo estoy de acuerdo con usted, pero aún no sé qué pensar al ver que los jóvenes que llegan a este mundo se lo encuentran "ya repartido", es decir, todos los terrenos tienen su dueño, y cambian de manos merced al dinero o la herencia ¿es eso completamente justo para el recién llegado? es la única razón lógica que he escuchado para defender cosas como el impuesto sobre el Patrimonio
> En el fondo estoy de acuerdo con usted, pero aún no sé qué pensar al ver que los jóvenes que llegan a este mundo se lo encuentran "ya repartido"
Por partes:
- El "ya repartido" no tiene sentido: Lo primero que se aprende en la primera tarde de clase de economía es que ésta no es un juego de suma cero: No todo está repartido, sino que siempre hay riqueza por crear
- Lo segundo: Desde que el hombre camina a dos patas, todo se obtiene mediante el trabajo y el esfuerzo. Pretender que "por la cara" te den algo por lo que todos los demás tenemos que luchar no me merece sino calificativos no publicables.
- Finalmente, mi trabajo va destinado a mi provecho y al de mi descendencia. El "esfuerzo de solidaridad" (Z dixit) no es sino un eufemismo para la palabra ROBO. Y si el Estado me prohibe beneficiar a mi descendencia, dejándome sin alicientes para producir lo único que conseguirá es repartir (mas) pobreza.
Desgraciadamente estos conceptos son los que imperan en nuestra "cultura económica". Así nos va.