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Jorge Valín

Grecia o el enfermo que no quiere curarse

¿Qué cree que ocurriría si aquí el Estado redujera los salarios de los funcionarios en casi un 20% o el Gobierno recortase ayudas como ha hecho Irlanda? Muy probablemente, lo que en Grecia. Los lobbies gubernamentales y sindicatos paralizarían el país.

El plan anunciado hace un par de semanas entre Grecia, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha quedado en nada. Grecia ha rehusado la oferta del FMI para salir adelante.

¿Tal vez las medidas del FMI eran demasiado duras? Bueno, el organismo presidido por Strauss-Kahn no se ha caracterizado nunca por tomar medidas fáciles precisamente. Cumplen con la ortodoxia económica de moda, que socialmente es muy mal aceptada. En realidad no es un problema del FMI. Ni de la UE. Ni siquiera del Gobierno griego.

Que la rentabilidad del bono a 10 años griego supere el 7%, tampoco es el problema. Que la deuda griega tenga un diferencial (spread) respecto a la deuda alemana de 400 puntos básicos, tampoco es un problema. No es un problema que los credit default swaps (CDS) del país estén subiendo meteóricamente, ni que el dinero haga cola y le falte tiempo para irse del país.

Imaginemos que tenemos una persona que enferma. Algo sencillo, un resfriado clásico. Le diremos que no fume, que se cuide, que se abrigue... A la semana, el enfermo ha empeorado, tiene más fiebre, se encuentra peor. Le decimos que guarde cama hasta que la fiebre le baje. A los días, un catarro normal se ha convertido en una pulmonía. Le damos medicamentos. El enfermo empeora, y al final muere. Tal vez, la culpa fue del médico, tal vez de los medicamentos. ¿Y si la culpa fue del enfermo? No hizo caso de los consejos: fumaba, salía de noche, bebía, no se tomaba las medicinas, y en definitiva no hizo nada para curarse. La razón es que no quería que su nivel de vida se viese interrumpido por nada. Era incapaz de hacer cualquier esfuerzo para sanarse.

La dejadez del Gobierno griego, y muy especialmente de su gente, ha conducido al país a donde está ahora. Ha vivido de forma irresponsable, y ahora que está seriamente enfermo, quiere permanecer en la "ilusión de riqueza" del pasado.

Cualquier movimiento para estabilizar la situación del país heleno se ha traducido en alborotos, huelgas, manifestaciones, actos violentos y muy violentos por parte de la ciudadanía. Esta viñeta en el blog de FDV lo muestra de forma muy simple y clara: Grecia (tiene un horroroso parecido a España).

Todas las noticias que vemos en los medios de comunicación (deuda elevada, fuga de capitales, desconfianza...) son hechos circunstanciales que se producen en toda crisis. Si una persona se resfría, es normal que tenga dolor de cabeza, fiebre o cansancio. Todos estos síntomas no son un problema, porque si el enfermo se cura, desaparecerán. Si Grecia se pudiese curar, los elevados spreads de deuda, la desconfianza... desparecería y el dinero que se ha ido, volvería. Incluso, si lo hiciesen bien, el país podría ir mejor que nunca. Irlanda, que ha sido duramente golpeada por la crisis, parece que lo va a conseguir, pero no le saldrá gratis en términos sociales. La economía irlandesa se ha puesto las pilas y está dispuesta a curarse. Grecia no. Quiere seguir enferma porque es incapaz de ver la dura realidad a la que se enfrenta.

Al igual que otros países, como España, Grecia ha copiado todo los vicios de otros Estados y rechazado sus virtudes. Quieren vivir como alemanes o suecos con un estado paternalista, y a la vez, tomar el modo de vida latino, trabajando lo mínimo y sin responsabilidades. Es el camino del socialismo, del parasitismo. Siempre viviendo a costa de los demás.

Las cosas, ahora mismo, pintan muy mal para Grecia, y por ende, para la UE. Grecia se acerca cada vez más a un default. A ver qué hace entonces. Y trasladando la situación a nuestras fronteras, casi podemos visualizar nuestro futuro con el de Grecia. Es cierto que la situación de España no es como la griega, pero en términos de magnitud, sí (algo similar ocurre con Portugal).

¿Qué cree que ocurriría si aquí el Estado redujera los salarios de los funcionarios en casi un 20% o el Gobierno recortase ayudas como ha hecho Irlanda? Muy probablemente pasaría lo que en Grecia. Los lobbies gubernamentales, sindicatos y rentistas estatales paralizarían el país. No hay problema que algo así tenga lugar en nuestro país, donde el presidente del Gobierno hace bandera de la enfermedad de España, un país que vive de las subvenciones, de la deuda, del elevado déficit y del parasitismo socialista. Algún día pasará factura tal actitud. Tomemos nota de la situación griega, podría estar escribiendo nuestro futuro también.

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