Lo dicho, este tío es un flipao al mando de una potencia económica en pleno descalabro. Es que está flipao-flipao. Hasta yo mismo, que no me considero un tipo con especial intuición veo al friki de la Moncloa con sus gestitos, pucheros, palabrerío-humo como un auténtico fugao del manicomio.
Abarca, ¡tas como un quesu!
Vientos, qué buen senhor si obiese buenos vasallos! O era al revés?