Lo he dicho muchas veces, España ha obrado como si lo que quisiera fuese competir con el tercer mundo en salarios baratos y actividades de poca cualificación, es decir, ha apostado por ser el ensamblador de piezas inventadas por otros, ha apostado por ser el obrero de subcontrata mal pagado y peor cualificado en un empleo de poco futuro y sujeto al estallido de la burbuja. Por eso ha importado los inmigrantes que ha importado y no a otros de mejor nivel. España necesitaba ingenieros de todas las ramas, tanto por lo que hace a retener a los propios como por lo que hace a atraer a los mejores de fuera con una buena inversión en I+D+I. No necesitaba tantos candidatos a peón de albañilería que, pasado el boom, se quedaran en paro perpetuo con familias numerosísimas abocadas a un futuro aún peor.
Es que uno de los indicadores de riqueza de un país viene dado por la existencia de una clase trabajadora muy cualificada, empleada en actividades de mejor valor añadido y sujeta a constante reciclaje. Y eso se traduce en sueldos más elevados y ligados no tanto a cumplimiento de determinados horarios rígidos como a la productividad. En este país se ha caminado en dirección opuesta. Por un lado, se ha fomentado la burrología entre los jóvenes, a poco que podían ganar 600 euros dejaban de estudiar. Por otro, se ha importado mano de obra de muy baja cualificación y de países del tercer mundo con un sistema de creencias radicalmente opuesto al occidental. Como si se apostara por basar nuestro crecimiento en actividades de muy bajo valor añadido que sólo pagan nóminas bajísimas en las que la deducción por IRPF o las cotizaciones son tan ínfimas que a la larga cuesta más mantener todo el sistema de servicios para esa gente y sus familias de lo que realmente aportan a la sociedad.
El semilleros de votos socialistas de Andalucía ni llega a los 1100, se queda en 850 o 950 €, el experimento aquí ha funcionado en los pueblos, todos los miembros de la familia aporta algo desde los 16 años que dejan de estudiar, algunos tiene algún tipo de ayuda de la Junta, otros trabajan en aceituna, un par de ellos tiene trabajo (sobre todo en la construcción antes...) y se hace fondo común, un chupichagueo vergonzante y corrupto dirigido desde el regimen y efectivamente dejan abierta una puerta a que puedas "pillar algo mas ", si no protestas o "rajas mucho", lo mas curio de los pueblos es el parque móvil, los coches de lujo, los 4x4 mas caros y "las amotos" de todo tipo abunda.
Me sumo a las felicitaciones. Pocas veces he leído un artículo que me impactara tanto. Una aproximación poderosa y original a la realidad social. Impactante.
Enhorabuena por la descripción, estoy totalmente de acuerdo con su análisis.Cuando observo a mi hijo de 25 años de edad y a sus amigos y resto generacional siempre llego con tristeza a parecidas conclusiones.
La principal es que en mi juventud, el sistema franquista me formó en el mérito y el esfuerzo con oportunidades, y en este momento cronólogico la oferta del socialismo a las jóvenes generaciones no pasan de una pura estafa y un monumental engaño, ayudados de las nuevas tecnologias y falta de formación intelectual y humanística.
No tienen perdón de Dios.
Saludos....---
pedazo de art´´iculo. Ha descrito la realidad a la perfeccio´n.
Totalmente de acuerdo. En realidad la "clase media" siempre fue la base del fascismo:
_http://etrusk.blogspot.com/2009/11/clase-media-es-un-pilar-de-la.html
La strategia de los sociatas es simple igual que a los nacional socialistas alemanes en los años 30 del siglo XX:
funcionarios + millioriastas + un poco de engaño y como resultado tienen mas de 50% de votos. Ya es suficiente para crear cualquier ley para aplastar a la oposicion (mirar a Venezuela y Bolivia de hoy).
Mientras persiste la idea de que todos somos "iguales ante la ley" sera facil de aplastar a restantes 49%.
_http://etrusk.blogspot.com/2009/06/algunas-sectas-socialistas.html
Languideciendo..., soy uno d ésos..., aunque no voto izquierda ni de coña, ¿es grave, doctor?
Qué triste, pertenecer a un país así.
Mientras, veo cómo algunos jóvenes andaluces y canarios vienen a Madrid a buscar trabajo, porque en su tierra no hay oportunidades, pero mantienen intactos sus prejuicios socialistas, su aversión a Esperanza Aguirre y lo que representa. Una fe irracional (y el socialismo lo es) es más fuerte que la evidencia.
Y la culpa de los salarios bajos se la atribuyen a la maldad intrínseca del capitalismo.
Es algo tremendo lo que hacen con los jóvenes.
Los famosos planes E y W no son más que un modo de entretener a una mano de obra en paro que nunca va a encontrar un trabajo en condiciones y en un sector de futuro. Son planes que no atienden a la necesidad vital de reorientar por completo nuestra economía hacia sectores de producción más competitivos. Para entendernos, el poco dinero que queda debiera ser invertido en cambiar el modelo económico e industrial de este país, diversificando a la vez que aumentando la calidad y capacidad de innovación. Pero el gobierno prefiere seguir tirando el dinero para que unos cuantos millones de inmigrantes, sobre todo, sigan quedándose en nuestro país con la esperanza de sobrevivir a base de trabajar tres meses en una obra inútil y cobrar subsidio el resto del año.