Gracias D. Emilio. Un artículo muy clarificador. No había conseguido explicarme del todo estos extraños maridajes, pero ahora sí me encajan todas las piezas. Gracias de nuevo y Felices Fiestas.
Don Emilia, muy interesante su artículo. ¿Existe alguna ley para regular todo esto?. Olvídelo, que en España no hay ley ni justicia.
No sé si el articulista peca más de ingenuo o de irónico. De "decisiones equivocadas" y "estrategias erróneas" nada, ¿eh? Que éstos siempre han sabido que, en caso de venir mal dadas, iban a venir los sociatas al rescate como un solo hombre. ¿Faltaría más!
Buen artículo, Emilio.
Si la situación delicada tirando a atroz de una empresa se debe a un fracaso empresarial, a haber invertido mal, a no haber sabido llevar bien el negocio, ¿por qué, entonces, en su búsqueda de salvación económica recurren a pedir favores al Gobierno? Muy sencillo: quid pro quo. El Gobierno usará (ya la ha hecho otras veces) negligentemente, interesadamente, el poder y el dinero público para comprar fidelidad y favores presentes y futuros. ¿Qué tiene todo esto que ver con la Democracia liberal y con el mercado libre y con la Libertad de prensa? Nada. Y todo. Pero al revés.
¿Por qué los empresarios fracasados en lugar de irse a su puñetera casa prefieren atacar la ética y el sometimiento a la Ley que debería imperar en el Estado de Derecho? ¿Seguro que son demócratas? No lo parece, si no aceptan la Ley, si exigen que no se cumplan los contratos cuando les perjudican, o si exigen que se cambien leyes o tratan de saltárselas cuando están a punto de perecer sus empresas. Si no tienen honor, y nunca lo han tenido, ¿por qué tratan de defenderlo, o de ocultar sus vergüenzas con todavía más iniquidades?
Y luego dicen que las multinacionales yanquis no tienen corazón y que son inhumanas. Pues las empresicas españolas no son mejores, en mi opinión.
Salud