Don Emilio Campmany, gracias por su artículo de opinión. Personalmente, el sábado aproveché como trabajador, para "cantarles las cuarenta" o todo liberado sindical que pude ver por el centro de Madrid.
Hay algo en lo que no estoy de acuerdo con usted, y es en el párrafo entrecomillado bajo el título de su opinión. No se puede decir que un liberado sindical sea un "trabajador que tiene trabajo indefinido y dispone de un blindaje legal contra el despido consistente en una gravosa indemnización que el empresario ha de pagar si decide prescindir de el.".
Y la "visita a la capital" fue realizada por liberados sindicales, sus jefes-capos y miembros de otra mafia subvencionada, la conocida por "Artistas de la Cultura".
Como trabajador, me da igual si son 45 días, 31 o 22 días por año trabajado, porque lo que yo quiero es trabajar. No me interesa cobrar el paro, lo que quiero es trabajar.
Al trabajar, realizo un servicio a mi empresa y a la sociedad, me relaciono con otras personas y empresas, y lo mejor de todo, recibo una remuneración que me permite cubrir gastos, adquirir productos y servicios de otros trabajadores y empresarios, hasta caprichos y ahorrar un poco para el futuro.
Por cierto, ya va siendo hora de que expliquen porqué en España hay precios europeos (incluso más caros que en Alemania o Francia) pero los sueldos no van acorde. No hay más que decir que en los países nombrados, el sueldo mínimo interprofesional es el doble que en España, mientras la vivienda o el alquiler es la mitad que aquí.
Aunque pensándolo mejor, si no quiere que LD pierda patrocinio de publicidad, mejor no lo cuenten.
No quiero ser acaparador de los comentarios de este artículo, pero algunos compañeros de trabajo me han pedido mi opinión respecto a un sistema como el norteamericano, de libre despido.
¿Cambiaría mi tipo de contrato?. Por supuesto, siempre y cuando la mentalidad empresarial y de RR.HH. cambiara en este país, primando la producción, eficiencia, innovación y resultados para obtener un buen sueldo y ascensos, antes que el lameteo de traseros y parentesco.
Ya sé, hombre. ¿Utopías?.