Es perfectamente comprensible que los autores intelectuales del engaño e intoxicación masiva de la sociedad española y sus herederos defiendan a capa y espada esta aberración que haría sonrojar al que la sostuviera en un país serio.
Es normal que este delito continuado contra la más elemental regla de la acción política encuentre sus cooperadores necesarios en los aparatos financieros y mediáticos interesados en el mantenimiento del régimen que los ampara y enriquece.
Es normal que la propaganda oficial encuentre acomodo en las aulas universitarias donde miles de estudiantes se vean obligados a estudiar textos políticos que establecen como verdad absoluta lo que jamás se hubiera pensado.
Es normal que los aparatos de propaganda oficial y los grandes grupos mediáticos perviertan el lenguaje hasta hacerlo irreconocible.
Lo que es anormal es la extrema ingenuidad en la que se encuentra sumida la sociedad española ante el régimen de partidos, al que siguen confundiendo con la democracia, a pesar de la extrema degradación a la que ha llegado la vida pública.
Y mientras eso ocurre, la España ilusa espera un cambio de partido en el gobierno para recobrar nuevas esperanzas, sin entender que España camina a pasos agigantados hacia el abismo. Sin comprender que España se define por un régimen político que niega a sus ciudadanos el derecho a elegir y deponer libremente a sus representantes.
Nadie como García-Trevijano ha sido capaz de explicar que, para salir de la crisis económica, hay que pagar el precio de entrada en la crisis política, antes de la que la causa general de los aparatos de partido termine por arruinar la causa general de España. Unas nuevas elecciones podrán cambiar el gobierno pero dejará intacto el régimen político, que sólo puede ser cambiado por la sociedad civil. Será la toma de conciencia de la sociedad civil el verdadero factor del cambio, que cristalizará sin predeterminación y a la menor oportunidad.
La espontaneidad de la acción que conduce al cambio político explica que no resulte sorprendente que no aparezcan signos evidentes de esa toma de conciencia ni siquiera en este Diario que es refugio de millares de españoles decentes. Tampoco resulta extraño que la propuesta de Rebelión Cívica y la convocatoria de una Asamblea con diez puntos programáticos para el debate, sólo haya sido objeto de atención por dos o tres comentaristas.
Ignoro cual será la acción determinante que derribe los aparentemente sólidos e infranqueables muros de la partitocracia, pero el reguero de pólvora que va soltando este régimen hipócrita y caduco va preparando la mecha para que prenda la chispa que lo haga saltar por los aires.
TONY DÍAZ
Lo único que podría hacer el PP para ser creíble es bajar los impuestos, el gasto público y la deuda en todos los ayuntamientos y autonomías donde gobierna.
Don Agapito, dos precisiones con todos mis respetos:
.mari-ano es incapaz de cualquier acción que conlleve el mínimo cuajo, excepto amargar a la gente honrada y fiel del partido popular.
.a mari-ano lo tienen pillado en algo muy gordo y le están obligando a hundir lo que queda del pp sin que se note demasiado. El tiempo aclarará todo y podremos entender por qué hay personas que pueden llegar tan bajo
Que no, Agapito: desengáñese -que creo que ya lo está, pero bueno-. Rajoy sólo pretende llegar a las elecciones de 2012, y salvo fracaso rotundo en las municipales -que tampoco será tanto y siempre se puede maquillar (ahí tenemos a los del PP Vasco, tan felices con su sangría de un tercio de votos menos)- lo conseguirá. Peor para el PP, pero esto es lo que tienen y lo que se merecen por no haber hecho algo antes -estar a la altura de la gravedad política del momento y haber impedido a Rajoy secuestrar los avales para el Congreso de Valencia-.
Clama usted en el desierto al pedirle a Rajoy contundencia y valor, es muy políticamente correcto. De cuando en cuando, como ayer, despide el brillo lejano de buen parlamentario que algún día tuvo. El Pesoe está dejando el país hecho unos zorros, ahora bajo la excusa de presupuestos solidarios y sociales. El Pepé no se atrave a decir que sobran subsidios y prevendas, lo que falta es trabajo.
Desde luego estoy de acuerdo con lo que dice Agapito. Excepto que eso yo ya lo pensé a la primera fechoría que hizo este gobierno, y para eso no hubo que esperar ni 24 horas. Pero el PP ha tragado con todas. Ha tragado con que se repitiera una votación en el Congreso porque salió contraria a los intereses del gobierno por ausencia de sus diputados. Ahí tenían que haberse negado a semejante tropelía, y haber abandonado el Congreso hasta que no se deshiciera la trampa, y se volviera al cumplimiento de la ley.
Hace mucho que el PP debió abandonar el Congreso, y no pasar ni una. Tanto como lleva el cantamañanas en el gobierno.
Se han incumplido los acuerdo sobre envío de tropas, o de las negociaciones con ETA, y no dijeron: "o se vuelve a la ley, o nos vamos, porque sin respeto a la ley esto no sirve de nada".
Pero son incapaces de hacerlo. Llevaría a un enfrentamiento temendo. Así que se someten al maltrato y a la violencia de géneto -perdón, de partido.
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lluviaen, tienes razón en que esto es partitocracia, y que con eso nunca vamos a ir muy bien. Los partidos son lobbys de poder, los programas se compran enteros (no se votan por partes), el nefasto sistema electoral permite el chantajeo nacionalista... En fin, algo basado en ver quién "gana" las elecciones, está claro que es de origen maligno, divisor, propiciador de fanatismos y corrupciones. Especialmente sin división de poderes, que sería la última esperanza.