Escribió el destacado político socialista Ramón Jáuregui en Expansión:
Quienes despreciaban al Estado e idolatraban al mercado han visto destruidas sus aparentemente firmes convicciones cuando la política en estado puro ha sido llamada con urgencia al quirófano de la crisis... triunfa lo público frente a la expansión egoísta de lo privado y al individualismo descreído e insolidario. Se reafirma el papel interventor y arbitral de la política sobre los intereses particulares del mercado. Es el orden democrático el que se refuerza frente a la desregulación y la intervención marginal del Estado, con que se nos venía intoxicando desde hace más de veinte años. ¡Justamente lo que proclama la izquierda!.
Es para mí un misterio que Ramón Jáuregui crea seriamente tamañas bobadas. No puede creer que lo que ha sucedido es una intervención "marginal" de unos Estados cuyos gastos representan más del 40% del PIB. Él sabe que eso no es marginal, igual que sabe que las políticas de las últimas décadas no fueron protagonizadas por idólatras del mercado sino por intervencionistas de derechas e izquierdas, empezando por su propio partido. El no puede creer que los seres humanos somos egoístas cuando actuamos libremente en el mercado, pero generosos cuando forzamos a los demás desde la política. Pero entonces, si no puede creer en esos disparates ¿por qué los proclama?
Lo ignoro, pero constato que los socialistas están soltando en masa esas mismas consignas.