Alguien tendría que ver cuántas horas al día "hace uso" de su mujer (o compañera sentimental o lo que sea) el Becerra de oro éste.
Lo digo porque si tal uso no es, digamos, "eficiente", habrá que hablar con sus vecinos para que tan terrible situación sea solucionada al gusto de todos y se haga un aprovechamiento más... "eficiente" de ese... "recurso".
Ah, ¿que no está de acuerdo? Pues deje mi coche en paz.
Un saludo.
Señor Rodríguez Braun, creo que el escritor Suso de Toro tiene razón cuando dice que los trabajadores asalariados están "representados" por los sindicatos. Si se lee cualquier informe de un think tank independiente, aéra investigación socio-económica, comprobará cuántos días un trabajador trabaja para su economía y cuántos días para las subvenciones de los sindicatos. Si pagan a los sindicatos, pero indirectamente con las subvenciones. Mientras que no exista la libertad política, los sindicatos cantarán al son de la canción del adjudicatario de las subvenciones.
Lo que me gustaría que me aclarase el señor de Toro es el medio empleado para conseguir esta representación. Puede que sea otra nueva libertad del socialismo.
En relación al señor Niño Becerra, primero:
"Pocos descubrimientos son tan exasperantes como los que revelan la genealogía de las ideas."
Y, en segundo lugar, si este señor cree que puede ordenarle a cualquier individuo de una sociedad cómo tiene que vestir, qué tiene que comer, cómo tiene que emplear el coche, qué educación tiene que recibir, qué pensamiento es el válido, y un extenso etcétera. No entiendo muy bien por qué no se establece en Cuba o Venezuela para vivir y sentir la utopía colectivista totalitaria.
Don Carlos, por favor, para ilustrar sus artículos no nos cite a escritorcillos de gacetilla suburbial como el toro o a muletillas como el niño de la becerra. ¿O es que el niño es ese profesorcete de una universidad catalana conocida en algunos barrios de gerona y lérida y que usa, en sus penosos "artículos" expresiones tan cultas como "malamente" y " de una puta vez"?
Desde luego, señor Rodríguez Braun, tiene usted más paciencia que un santo (además de humor, que Dios se lo conserve) porque hay que tenerla para molestarse en refutar, una y otra vez, esas tonterías que publica El Pis.
A mí me daría una pereza infinita.
Por cierto, con semejantes colaboraciones, ¿cómo es posible que El Pis siga siendo el periódico español más influyente, sobre todo fuera de España? Qué triste...