La política económica socialista es obvia. Subirán con toda seguridad los impuestos, quizá congelen los salarios de los funcionarios y mentirán. Aumentará el paro, crecerá el déficit público y mentirán. Justificarán cualquier atropello con tal de mantenerse en el poder. El Gobierno de Zapatero, uno de los más perversamente "ideologizado" de toda Europa, se ha olvidado por completo de solucionar o "gestionar" de un modo razonable la crisis económica. Su única pretensión es utilizarla con perfección y meticulosidad no sólo para mantenerse en el poder, que es algo que tiene bastante seguro, sino también para rematar a una oposición que está enredada en sus propios argumentos sin otra pretensión que ganar por la mínima las próximas generales.
Creo que el PP se equivoca. Quien juega con tantas precauciones en política acaba pagándolo. La posición del PP es tan medrosa que ni siquiera quiere enterarse de que los sindicatos son los grandes aliados de Zapatero. Hace como si los sindicatos no estuvieran con el Gobierno, incluso Álvaro Nadal, secretario de Economía del PP, ha cuestionado que exista una "entente" cordial entre los sindicatos y el Gobierno de Zapatero. Los del PP prefieren decir que se llevan bien con todos los agentes sociales antes que enfrentarse a la dura realidad, pero, por desgracia, si el PP quiere convencer de sus propuestas tiene que enfrentarse con toda la dureza, en primer lugar, al Gobierno y, en segundo lugar, a los sindicatos.
Las próximas batallas del PP tendrán que librarse en esos dos frentes; más aún, me temo que como trate de zafarse del sindical será su perdición. De momento, creo que el PP o aún no se ha percatado de la importancia decisiva de esta alianza entre sindicatos y Gobierno o, algo peor, simula que podría pactar con los sindicatos dando más y mejores garantías y condiciones que las ya dadas por el Gobierno a los gestores del bipolio sindical español. Por este camino soy de la opinión que el PP ara en el mar. Va al precipicio. Los sindicatos difícilmente abandonarán al PSOE. El ejemplo último de la fuerza de esa alianza primero, y la falta de reacción crítica del PP, en segundo lugar, está a la vista. Me refiero al seguimiento sindical de las palabras de Blanco sobre la necesidad de subir los impuestos.
En efecto, los sindicatos han respaldado y seguido a pies juntillas las palabras de Blanco. El ministro de Fomento ha diseñado con sus declaraciones sobre la subida de impuestos la política de los próximos meses y sólo los sindicatos, especialmente CCOO, han apoyado de modo tajante, según declaraciones de su secretario general, la iniciativa personal del ministro de Fomento. El falaz "argumento" que está utilizándose por parte de este sindicalista no es otro que la fiscalidad en España es la más baja de Europa. Por lo tanto, de acuerdo con su demagogia acostumbrada de comparar lo incomparable, será necesario subir los impuestos para que los que más tienen más paguen. Fernández Toxo, desde que dio la voz de salida Blanco, ya ha utilizado varias veces este falso estribillo, pero todavía no he oído a nadie del PP que replique a ese "engaño" o, simplemente, que diga algo con sentido común, por ejemplo, que si la fiscalidad es más baja en España se debe, seguramente, a que las rentas por salarios también son más bajas...
Porque los sindicatos son, sí, los grandísimos aliados del Gobierno en esta "locura" de subir los impuestos en un momento de crisis terrible, que castigará el consumo y la inversión y, en fin, frenará cualquier tipo de reactivación económica. O el PP se enfrenta a ellos o morirá un poco más en su meliflua política de oposición a un gobierno populachero que nos lleva al desastre.