Su interesante artículo encierra una explicación sencilla, algo simplista sin duda, a porqué las sociedades hispano-americanas no consiguen salir del subdesarrollo. En tiempos de vacas flacas, los pobres, que son mayoría frente a la clase media, tienden a votar a la izquierda para salvar su día de hoy.
Pero al hacerlo, empeñan su posibilidad de convertirse en clase media en un futuro próximo y, lo que es peor, empobrecen a la clase media ya existente. La consecuencia es una sociedad más empobrecida, que vota más a la izquierda y, como consecuencia, se empobrece todavía más.
Las sociedades cuya clase media es mayoritaria son capaces de mantener la cabeza fría en una situación de crisis, ya que sus rentas más elevadas les permiten capear mejor el temporal. Como consecuencia, sólo estas sociedades tienen la oportunidad de salir económicamente fortalecidas de una crisis económica, dado que no se dejan seducir tan fácilmente por el populismo.
España está entre Pinto y Valdemoro. La clase media es grande e influyente, pero no mayoritaria. Cualquier cosa puede hacer que la balanza se incline hacia un lado o hacia otro. Por el momento, nos inclinamos descaradamente hacia el lado de la pobreza.
Su interesante artículo encierra una explicación sencilla, algo simplista sin duda, a porqué las sociedades hispano-americanas no consiguen salir del subdesarrollo. En tiempos de vacas flacas, los pobres, que son mayoría frente a la clase media, tienden a votar a la izquierda para salvar su día de hoy.
Pero al hacerlo, empeñan su posibilidad de convertirse en clase media en un futuro próximo y, lo que es peor, empobrecen a la clase media ya existente. La consecuencia es una sociedad más empobrecida, que vota más a la izquierda y, como consecuencia, se empobrece todavía más.
Las sociedades cuya clase media es mayoritaria son capaces de mantener la cabeza fría en una situación de crisis, ya que sus rentas más elevadas les permiten capear mejor el temporal. Como consecuencia, sólo estas sociedades tienen la oportunidad de salir económicamente fortalecidas de una crisis económica, dado que no se dejan seducir tan fácilmente por el populismo.
España está entre Pinto y Valdemoro. La clase media es grande e influyente, pero no mayoritaria. Cualquier cosa puede hacer que la balanza se incline hacia un lado o hacia otro. Por el momento, nos inclinamos descaradamente hacia el lado de la pobreza.